La parábola de Pepa Poch pasa por aquí

La parábola de Pepa Poch pasa por aquí
La artista lleva un mes en Sargadelos inspirándose para sus cerámicas patricia g. fraga

La artista Pepa Poch acampa estos días entre Cervo y A Coruña, de donde saldrá su primer ejército de pinturas inspiradas en el primer Picasso. En la localidad lucense, la catalana lleva un mes madrugando para encontrarse pronto con la inspiración, que encuentra también en los que trabajan en la cerámica de Sargadelos: “La miman y la cuidan. Es el alma de Galicia”. Parte de esa sensibilidad la inyecta en sus piezas de cobalto y oro.
Hoy, la casa museo del pintor malagueño ultima los detalles de una exposición “De Nueva York a Coruña”, en la que el público podrá ver desde mañana a las 19.00 horas las primeras porcelanas, fruto de esa estancia en la fábrica azul.
Se colocarán en las vitrinas junto a una colección de cinco óleos que el centro trajo de Nueva York. No están relacionadas, pero confirman que la creadora rumia lo que ve lejos de su entorno y lo escupe con el pincel o las manos. De esta forma, Pepa explica que viajando, va masticando lugares hasta hacerlos suyos sobre el lienzo. Las cinco obras hablan de La Habana vieja y de Filipinas. Esta será la primera parte porque las cerámicas itinerarán el 7 de febrero a ARCO (Madrid) para volver en marzo a Payo Gómez, donde enseñarán las pinturas que Poch creó pensando en la ciudad.
Las piezas de porcelana son, en realidad, un encargo del Real Círculo Artístico de Barcelona, de la que es socia. La entidad está restaurando el palacio Pignatelli, del Barrio Gótico barcelonés: “Ocuparán la mesa de una sala del edificio que servirá para recepcionar a personalidades del mundo del arte y organizar eventos”. Para Poch, esta forma de crear une cultura y pintura: “Son piezas mágicas, los espectadores abren mucho los ojos cuando las ven y me preguntan, ‘¿Se pueden usar?’”. Claro que sí, afirma la autora, que elige el cobalto y el oro para impregnar el material: “A la porcelana hay que amarla, la gente que trabaja en Sargadelos la cuida y estoy feliz porque la están esperando en Nueva York, yo seré la embajadora”.
Y es que después del segundo round, las obras cruzarán el charco para instalarse en la Marlborough Gallery. Asegura Pepa que el mar estará también presente en la serie coruñesa, que al igual que el primer proyecto galaico, será el resultado de un dejarse llevar.

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