Palavea recuerda a quien hizo bailar la muiñeira al barrio y al gaiteiro que la tocó

El Ideal Gallego-2011-08-01-005-81765458

L.T. > a coruña

 Choncha Martínez Seijas y Julio Augusto Iglesias. Palavea rindió homenaje a  su profesora de danza y su maestro de gaita como mejor podía hacerlo: bailando y tocando a ritmo de muiñeira delante de la Capilla de San Eduardo. Ex alumnos de la Agrupación Folcórica y Cultural Os Nosos Lares quisieron honrar la memoria del matrimonio que, durante décadas, dirigió sus pasos, desde 1979 en el caso de Choncha, y desde 1980 en el de Julio Augusto.
Los asistentes vivieron cuatro momentos especialmente emotivos. El primero, a las 11.00, durante la misa funeral en recuerdo de unos maestros entrañables que colaboraron activamente “coa xuventude do barrio de Palavea para a súa formación cultural”.
El segundo, media hora después, con la actuación de Queiroa, de Uxes, en cuya fundación, en 1985, también participó la pareja, que compartió su dirección.
La agenda de completó con la puesta en escena de Eidos de A Coruña, y de los anfitriones,  Os Nosos Lares, que tuvieron la oportunidad de demostrar ante los vecinos el trabajo realizado de la mano de Choncha, recientemente fallecida, y de Julio, hasta su muerte en 1993, a favor  de la recuperación de las fiestas tradicionales, como O Magosto, que rescataron en 1992, u Os Maios, en 1993. Los docentes aprovechaban estos festejos “para rendir homenaje a personas que se distinguieron por su labor en el barrio”, explicaron desde la organización.
Así, como ellos hubiesen hecho, como les hubiera gustado, su homenaje fue una fiesta popular que, como todas las de sus características, se convierte, casi sin querer, en una defensa y promoción del folclore gallego.
Los vecinos del barrio aseguraron que las enseñanzas de sus maestros todavía perduran. “La labor de Choncha –indicaron– no sólo fue docente, y uno de sus logros fue inculcarnos a los más de quinientos alumnos que pasamos por la agrupación la disciplina necesaria de un grupo, el esfuerzo, y, en definitiva, los valor del trabajo en equipo y la amistad”.
Julio Augusto Iglesias se entregó, hasta su fallecimiento, a la formación de más de un centenar de músicos, que aprendieron con él a tocar la gaita, el tambor, la pandereta y el bombo, o que incluso recibieron clases de solfeo.

Labor > El equipo organizador del homenaje destacó, de la carrera de ambos, su dedicación “á investigación e á recuperación das danzas ancestrais, das que son boa mostra, a coreografía e música da ‘Pandeirada de Uxes’, a ‘Danza dos Santo Cristo de Lamas’, a ‘Muiñeira de Monterrei’ ou a ‘Danza Darbo’, entre outras”.
Estos bailes, como alguna de las piezas musicales que aprendieron de su profesor, se volvieron a escuchar ayer en Palavea.


 

Palavea recuerda a quien hizo bailar la muiñeira al barrio y al gaiteiro que la tocó

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