Otra persecución de un kamikaze en el centro deja a dos policías heridos

Otra persecución de un kamikaze en el centro deja a dos policías heridos
El vehículo doblemente siniestrado fue llevado al depósito municipal quintana

Agentes de la Policía Local detuvieron en la madrugada de ayer a un joven ebrio que condujo como un kamikaze en dirección contraria por el centro de la ciudad antes de estrellarse contra un taxi en la calle Socorro. Luego, al tratar de dar marcha atrás, chocó con el coche que le perseguía, un vehículo camuflado. Los policías que viajaban en él resultaron heridos de carácter leve, pero tuvieron que sacar del habitáculo al joven de 25 años, que se resistía con todas sus fuerzas. Fue arrestado por varios delitos contra la seguridad vial: por conducir bajo los efectos del alcohol, por hacerlo sin puntos en el carné, con temeridad manifiesta con resultado de daños y lesiones y por desobediencia a los agentes de la autoridad.

Todo empezó cuando faltaban diez minutos para las tres de la madrugada. Una patrulla de la Policía Local observó cómo entraba en la ciudad a gran velocidad saltándose los semáforos de Sánchez Bregua, y Juana de Vega. El coche camuflado le dio el alto con luces y sirenas y se puso a su lado a la salida del túnel. Fue entonces cuando decidió darse a la fuga entrando en sentido contrario por la rúa Alta. A punto estuvo de chocar entonces con otro vehículo, pero el conductor de este consiguió esquivarlo. Luego subió por la calle Hospital, giró a la derecha en Zalaeta y volvió a tomar una dirección prohibida por la calle Socorro. En su temerario recorrido, varios peatones tuvieron que saltar a la acera de la calle peatonal para evitar ser arrollados.
Pero en el cruce con la calle Sol se le acabó la suerte: allí se estrelló contra un taxi que circulaba correctamente. El joven no se dio por vencido y puso la marcha atrás a toda velocidad, solo para estrellarse de nuevo.

Esta vez, contra el coche que le perseguía. Encajado entre los dos vehículos, no tenía escapatoria posible.

a la fuerza
Pero eso no significó que fuera a entregarse por las buenas: el joven se negó a salir del habitáculo cuando se lo ordenaron los policías. Fue necesario sacarle a rastras, aunque desde el Ayuntamiento señalan que se empleó la mínima fuerza necesaria para conseguirlo.

Una prueba de alcoholemia posterior determinó q que tenía 0,86 miligramos por litro de aire respirado en la sangre, lo que constituye una alcoholemia en grado penal. En cuanto a los policías, acudieron a examinarse de las contusiones leves que les provocó el choque en el Hospital Quirón. El vehículo, un Seat Ibiza rojo, acabó en el depósito municipal.

otro caso el mes pasado
Este incidente recuerda acaecido el tres de febrero, cuando otro joven ebrio, un bergondés de 22 años, escapó a toda velocidad en su coche cuando la Policía Local le dio el alto, llegando a lanzarse por una escalera de la calle Orillamar y circulando en sentido contrario por el túnel de O Parrote.

Tras estrellarse contra otro vehículo, la persecución acabó en la avenida de A Pasaxe, a la altura del Materno. También a él tuvieron que sacarle a la fuera la Policía del Vehículo.

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