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jueves | 25 abril | 2024
La ola de calor de los últimos días viene acompañada de otra muy distinta: la de robos en pisos por toda la ciudad. Según fuentes de la Policía Nacional, desde el fin de semana pasado se han recibido 20 denuncias de víctimas que al llegar a casa se han encontrado las puertas forzadas y las habitaciones desvalijadas. Los últimos hogares en ser allanados fueron dos pisos situados en el número dos de la calle Vista Alegre, al lado del parque de Santa Margarita. Sus dueños descubrieron lo que había pasado a las seis de la tarde del jueves, cuando descubrieron las cerraduras rotas. Ningún vecino vio ni oyó nada.
Estas mismas fuentes hablan de una nueva ola parecida a la que la ciudad sufrió el año pasado, cuando se disparó esta clase de delincuencia, desbordando a los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) encargados de investigarlo. La ola de robos de entonces se achacó principalmente a grupos organizados procedentes de Europa del Este y la Policía Nacional consiguió que baja la tasa de allanamientos después de varias detenciones en el marco de la operación “Astra”.
Por el momento, los investigadores no están seguros de si los últimos robos han sido cometidos por el mismo grupo o son varios los que están operando en la ciudad. Se han detectado varios modus operandi que van desde el uso de una palanqueta para forzar la puerta hasta el uso de herramientas para retirar el bombín de la cerradura. “Pueden ser varios grupos o uno solo que conozca y aplique varios métodos”, comentan las fuentes policiales.
Es difícil saberlo, y más porque a veces los delincuentes se mueven en pequeños grupos que a su vez forman parte de bandas mayores con las que comparten infraestructura.
en busca de oro
Otro modus operandi típico de los ladrones es que suelen robar las dos viviendas que se encuentran en el mismo piso. Primero se aseguran que no hay nadie en ninguna de las dos para que un vecino no les sorprenda echando un vistazo por la mirilla. Luego ponen manos a la obra: invierten un minuto o dos para derribar cada puerta y luego, un rápido registro que suele centrar en el dormitorio principal. Sobre todo buscan dinero en efectivo y objetos pequeños y valiosos como joyas, que son fáciles de ocultar y de vender.
Como recuerda la Policía, los ladrones de pisos son delincuentes especializados con herramientas y conocimientos que tienen poco que envidiar a los cerrajeros profesionales. El robo de Vista Alegre fue la prueba palpable de ello: en uno de los dos pisos ya habían tratado de entrar hace dos meses y la dueña, preocupada, había decidido sustituir su vieja puerta por una de seguridad, pero ni siquiera eso consiguió frustrar el siguiente intento de robo: los ladrones se limitaron a reventarla, sin hacer demasiado ruido.
