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sábado | 20 abril | 2024
En los últimos años, a medida que ha crecido la preocupación por la violencia de género, también se incrementó el número de mujeres protegidas por el sistema Viogen, que vela por el cumplimiento de las órdenes de alejamiento por parte de sus exparejas. Recientemente, el poder judicial gallego señaló que en los seis primeros meses del año se contabilizaron 764 disposiciones nuevas de protección, 160 solo en la provincia. Pero en realidad, según fuentes de la Policía Nacional, el número de mujeres protegidas en la ciudad lleva tiempo estancada en un número inferior a 400.
La mayoría, de nivel de riesgo bajo, mientras que menos de diez son de riesgo alto y no existe ninguna bajo riesgo extremo. “En realidad, el riesgo extremo se activa solo unas horas, el tiempo necesario para que localicemos al sospechoso y lo pongamos bajo custodia”, explican las fuentes policiales consultadas. Para las víctimas de riesgo bajo, la protección consiste sobre todo en llamadas periódicas de los cinco agentes de la Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer (UFAM) que cumplen con esta labor en la ciudad.
Un plazo de dos años
“Todas las semanas llegan a la UFAM nuevas órdenes de protección”, explica un agente. Normalmente, dos o tres, pero el número no se incrementa porque las órdenes también caducan. La autoridad judicial impone estas medidas por un plazo limitado, de unos dos años, de manera que si la expareja no la infringe o si la protegida no siente necesidad de renovarla, caducan.
De la protección de estas mujeres en A Coruña se encarga la UFAM, pero también la Unidad Adscrita de la Policía Autonómica y, muy pronto, la Policía Local, merced a un acuerdo firmado entre el Ayuntamiento y la Subdelegación de Gobierno.
A pesar de este estancamiento en las órdenes de protección, el número de denuncias no ha dejado de crecer. En los primeros seis meses del año, se registraron en los tribunales de A Coruña 814, y en Pontevedra, 592. Por su parte Ourense y Lugo registraron 161 y 169, respectivamente.
