La oposición y los empresarios cargan contra la “mala” gestión de la Marea en todos los ámbitos

La oposición y los empresarios cargan contra la “mala” gestión de la Marea en todos los ámbitos
María García, Avia Veira, José Manuel García y Rosa Gallego, con el moderador | pedro puig

La ausencia del alcalde, Xulio Ferreiro, a última hora delegando en la primera teniente de alcalde, María García, no hacía presagiar nada bueno en la sede de la Asociación de Emprendedores de Galicia (Ascega) ayer antes del inicio del debate “El Modelo de Ciudad de Vanguardia para el siglo XXI”, para el que la entidad convocó a los líderes de los cuatro partidos con representación municipal. Tanto los grupos de la oposición como los empresarios atacaron la gestión de la Marea Atlántica al frente del Ayuntamiento y recriminaron problemas como la lentitud en la concesión de licencias. Pese a las acusaciones, García defendió el papel del Consistorio y apenas respondió a las preguntas de los presentes al excusar su marcha por tener otra reunión pendiente.
El debate pretendía resolver algunas de las incógnitas de hacia dónde debe ir A Coruña en el futuro pero la presencia de representantes de los cuatro grupos políticos se reveló como una charla con cruce de acusaciones en el que el principal blanco del malestar fue el Gobierno.
La concejala de Medio Ambiente y primera teniente de alcalde, María García, acudió a la llamada en sustitución del regidor y defendió tanto los pilares de la “xustiza social” y de la “calidade urbana”, que contrapuso al desarrollo urbanístico anterior a su llegada a María Pita.
Asimismo defendió las políticas en materia de economía y medio ambiente, con especial reconocimiento a la cooperación con el comercio de proximidad por parte de la Concejalía de Empleo y Economía Social y a la labor del departamento de Regeneración Urbana. Incluso aseguró que “este ano vai haber un récord de licencias e se van conceder máis que noutros mandatos”, mientras el público negaba el apoyo comercial y tildaba de mentiras esas aseveraciones sobre permisos.
A pesar de que García habló de algunas metas de futuro en las que coinciden los demás como la gestión metropolitana, la movilidad sostenible o la solución del conflicto sobre la fachada litoral, de forma más o menos directa todos los grupos reprocharon lo que entienden como una mala gestión en prácticamente todos los ámbitos. La portavoz del BNG, Avia Veira, quiso ser la más constructiva enfocando su discurso al futuro pero dejando en pinceladas las acusaciones.
“Non imos facer unha análise do que hai porque senón non acabaríamos”, dijo, al tiempo que apuntaba a dos ejes fundamentales para avanzar tales como el liderazgo y la capacidad de gestión. “O Concello non pode estar sentado esperando a que outras administracións fagan cousas senón que ten que ter unha posición de liderado”, subrayó.
La nacionalista le pidió agilidad en las tramitaciones y en la concesión de subvenciones para esa rehabilitación de la que hablaba la teniente de alcalde porque “a día de hoxe están totalmente paradas e iso ten incidencia na economía local”. Al hilo de esta cuestión reclamó una renovación profunda de los barrios.

Malas sensaciones
El representante socialista, José Manuel García, acusó a la edil de Medio Ambiente de ser el “paradigma de la mala gestión”. Este avisó a la representante del Consistorio de que aunque no tienen capacidad de decisión en determinados temas, sí “tiene mucho que decir sobre el ritmo al que se avanza”. El portavoz del PSOE lamentó, también, que no fuera fructífera su “decisión políticamente controvertida de aprobar el presupuesto en blanco para evitar la disculpa de que no les dejamos hacer”. Tanto el PSOE como el PP, en voz de Rosa Gallego, recriminaron que haya contratos sin renovar después de meses.
Gallego habló de asuntos concretos como la ocupación de la Comandacia de Obras o el centro de salud prometido en Santa Lucía y destacó que el Ayuntamiento debería “animar las inversiones de otras administraciones, no bloquearlas”. Además, incidió en que no existe la transparencia que la Marea lleva por bandera.
Lo que tenía que ser un debate entre las fuerzas políticas se quedó en un encuentro entre la oposición dado que cuando era el turno de intervención de los empresarios María García solo acertó a responder algunas cuestiones por encima y se marchó alegando que tenía una reunión. El presidente de Ascega, Alfonso Salazar, le recriminó que acudiese a “soltar el speach para después dejar a la gente con las ganas” de matizar, interrogar o protestar.

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