La oposición carga contra la gestión municipal por las facturas irregulares

La oposición carga contra la gestión municipal por las facturas irregulares

Las críticas de las formaciones de la oposición hacia la gestión del Gobierno local por el intento de la Marea de que el pleno aprobase el pago de facturas irregulares por 1,3 millones de euros centraron la sesión de ayer.
El punto, el último de la parte resolutiva de un pleno bastante denso, fue rechazado con los votos en contra del Partido Popular y del Partido Socialista, que dejaron sin efecto los de la Marea a favor y del BNG, que se abstuvo. El PSOE, previamente, planteó un voto particular para que no se votase este asunto, pero no obtuvo ningún respaldo.
El asunto propició un debate bastante intenso y que tuvo un denominador común. Este fue que muchas de las facturas, que contaban con informes desfavorables por parte del interventor municipal, correspondían a servicios que se están prestando desde hace meses sin contrato en vigor.

El ejemplo más claro fue el del contrato de recogida de basuras, en esta situación desde enero del año pasado, y cuya factura suponía 848.000 euros de los 1,3 que el Gobierno local quería que el pleno aprobase.
“Son tan ágiles cuando les conviene y no son capaces de firmar un contrato en año y medio”, dijo Rosa Gallego, quien culpó a la Marea de querer “traspasar al pleno la responsabilidad” en este aspecto mientras que, afeó a los mareantes, actuaron con celeridad a la hora de adquirir dos pisos a un firmante de la Marea o de adjudicar la gestión de la antigua cárcel. La portavoz del PP recordó que llevan “años” advirtiendo sobre esta situación y dijo que puede haber circunstancias puntuales como imprevistos o retrasos, pero que entiende que lo que está sucediendo en la actualidad “es un desmadre”.

En una línea similar se expresó José Manuel García, portavoz del Partido Socialista, quien dijo que “en la ciudad tenemos un problema de gestión grave”. “El Ayuntamiento tiene que articular los procedimientos de pago”, sentenció. Para el líder socialista lo ocurrido con estas facturas es un “paradigma de la mala gestión”.

Abstención
Mientras, Avia Veira, portavoz del BNG, señaló que se abstuvieron porque no quieren que “ninguna empresa se quede sen cobrar os servizos e o use contra os traballadores”, además de señalar que hay una factura “que non quixo nin levantar o alcalde”.
Por su parte, la concejala de Hacienda, Eugenia Vieito, justificó que el pago de facturas irregulares relativas a la recogida de basuras era necesario porque es un servicio esencial y que se sigue el mismo procedimiento que cualquier otro pago similar.

“Saben que os reparos suceden habitualmente cando remata un contrato”, dijo Vieito, quien en el segundo turno cedió la palabra a María García, edil de Medio Ambiente, área a la que hacían referencia este y otros contratos involucrados en el asunto que ayer fue al pleno. García explicó que espera que el contrato esté listo el próximo mes.

Panorama
Los portavoces del Partido Popular y del Partido Socialista utilizaron el asunto para recordar algunos de los contratos que están pendientes de licitarse desde hace meses o que atravesaron por la misma situación.
El mantenimiento de los contenedores subterráneos, el horno crematorio del cementerio de Feáns, el mantenimiento del elevador de San Pedro, el control de aves, el arrendamiento del sistema de impresión por pago por copia o el servicio de bibliotecas fueron algunos de los ejemplos expuestos.

Además, Rosa Gallego recordó que durante 2016 el Gobierno local pagó 14,5 millones de euros en facturas irregulares, lo que supone un “récord”.

En este sentido indicó que los datos referentes al año pasado serán todavía de mayor cuantía ya que se estuvo casi todo el año sin el contrato de recogida de basuras, que supone un coste de 10 millones de euros, el de bibliotecas todo el año, varios meses el del servicio de atención al público en los museos científicos o los servicios complementarios de deportes.
De esta manera, el asunto sirvió para que los grupos de la oposición realizasen un diagnóstico profundo de la gestión municipal de la que el Gobierno local salió bastante mal parado.

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