Operarios de la Fábrica de Armas exigen al alcalde que muestre poder político

El presidente del antiguo comité de empresa de la Fábrica de Armas de A Coruña, Roberto Teijido, ha exigido hoy con su presencia en el pleno que el alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, muestre su "peso político" y que no se limite "a decir" que apoya a los 61 despedidos.

Los exempleados de la factoría coruñesa han acudido a la plaza de María Pita con motivo de la celebración del pleno municipal del mes de diciembre y han destacado que "por desgracia" no están "solos", pues también se concentraban los empleados de Alcoa, los miembros de la Policía Local y los perjudicados por el caso Ofimático.

"Ya son las segundas navidades en las que estamos sufriendo una decisión que creemos que no se ajusta a derecho en el tema de la adjudicación de la Fábrica de Armas junto con la decisión previa del cierre de la instalación", ha señalado Teijido.

Ha considerado que se trata de "un día especial" porque reivindican "como ciudadanos" una serie de "derechos" que piensan que "se pisotearon".

"Nos solidarizamos con los compañeros de Alcoa porque están pasando por una situación como la que pasamos nosotros. General Dynamics optó por cerrar una fábrica que se podía vender. Ellos están en una situación que puede ser, por desgracia, similar o igual a la nuestra. Quieren cerrar la fábrica cuando no les dan la opción, como dieron en otros casos, de venderla", ha apuntado.

Por todas estas razones solicitan al alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, "implicación real" en su caso y en el de todos los colectivos que se han concentrado hoy con una amplia presencia policial.

"No vale decir que está con nosotros. O tiene peso político o que diga que tiene peso político. Lo que exigimos es implicación real o, si no, que dé las explicaciones oportunas a la ciudad de por qué no es capaz de resolver esta situación", ha indicado.

Teijido ha relatado que Negreira decía que los apoyaba "y que quería un proyecto sólido y viable, pero no hay nada de eso" sino que se ha adjudicado a Hércules de Armamento, una "empresa que no va a tener futuro", según su opinión.

"Vamos a seguir luchando hasta que consigamos nuestros objetivos", ha concluido el representante de los 61 trabajadores, de los que varios han optado por acceder a la sesión plenaria custodiada por una amplia presencia policial.