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jueves | 25 abril | 2024
La ONG Ecos do Sur estrenó ayer su nueva sede, en la avenida de Finisterre, con la que podrá ofrecer una mejor atención a las más de 5.000 personas que atienden cada año.
El volumen de ciudadanos que requieren los servicios de esta organización obligaba a la ONG, que lleva 28 años en la ciudad, a una mejora en sus espacios de trabajo. Según su director, Pachi Hurtado, cada año son más de cinco mil las personas a las que ayudan, un 80% de ellas inmigrantes, en algunos casos irregulares, y con las mujeres siendo mayoría. Además, también hay españoles en situación de exclusión social a las que atiende la ONG.
“La principal demanda es el empleo, son los colectivos que más sufrieron la crisis económica y más difícil resulta su inserción laboral de nuevo”, explica Hurtado.
Además de empleos más tradicionales, en Ecos do Sur también ofrecen formación en aspectos más novedosos como la agroecología o la gestión del compostaje. Con 26 trabajadores en la actualidad, también hay un importante esfuerzo por capacitar a sus usuarios en el ámbito de las nuevas tecnologías, un aspecto en el que todavía existe una “brecha”, explica Hurtado, quien detalla que al estar homologados por la Xunta pueden prestar la “cartera de servicios sociales y dar un salto de calidad” en las atenciones que ofrecen.
El crecimiento personal, el apoyo psicosocial o el asesoramiento sobre recursos sociales son algunas de las tareas que llevan a cabo y que ahora podrán desarrollarse en “condiciones dignas” gracias a la nueva sede.
En esta nueva ubicación disponen de un espacio integrado con despachos, aulas, aula digital, y zona de ocio para hacer una “intervención más integral y lograr su inserción en al sociedad”.
Por esta organización pasan cada día “cientos de personas” y registran “picos” de usuarios en primavera y otoño, mientras que en verano hay un “bajón”
