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viernes | 19 abril | 2024
Los vecinos de O Castrillón están atemorizados ante una ola de atracos y robos con fuerza que recorren el barrio, y muy especialmente la calle de La Merced, donde desde que comenzó el año se han registrado cuatro asaltos a pequeños comercios y dos robos en portales. El último fue a las dos de la tarde del martes: una pareja de jubilados que acaba de regresar de Cuatro Caminos entró en su casa por el garaje y la siguió un extraño que se metió con ellos en el ascensor. Según la Policía Nacional, el sujeto se abalanzó sobre sus víctimas y consiguió arrebatarles el bolso de la mujer y una cadena antes de darse a la fuga.
Las víctimas fueron trasladadas por una ambulancia de Cruz Roja al hospital, según fuentes de la Jefatura Superior solo una precaución por tratarse de personas de avanzada edad, aunque una testigo presencial asegura que el hombre tenía una brecha en la cabeza. En todo caso, se trata del segundo asalto con el mismo modus operandi que se da en esa misma calle en poco tiempo: hace dos semanas, en uno de los portales de enfrente, otra pareja fue asaltada y el ladrón se llevó cerca de 3.500 euros. No se sabe si se trata del mismo individuo.
De madrugada
Pero la mayor parte de los asaltos se hicieron al abrigo de la noche, a altas horas de la madrugada. Es entonces cuando la calle de La Merced, que es residencial y con muy poco tráfico, se convierte en el coto de los ladrones que han robado en cuatro comercios: dos bares, una perfumería y un ultramarinos. Algunos de los afectados creen que puede ser alguien del barrio y hay otros que, en medio de la sensación general de inseguridad, ya sospechan incluso de las pintadas que aparecen en las paredes y creen pueden ser marcas de los ladrones que seleccionan los lugares a asaltar, de donde se llevan de todo.
“A mí me llevaron la televisión y cuatro kilos de chorizo”, asegura José Manuel Vázquez desde detrás de la barra del bar La Merced. Cuando ocurrió todo, él se encontraba en coma en el hospital, y su hermana no quiso contarle nada hasta pasados unos días, pero el robo fue entre el 1 y el 2 de enero. El primero del año en O Castrillón.
El siguiente fue el colmado de al lado del portal donde atracaron a la pareja del martes. Lo robaron la noche antes del Día de Reyes. “Es el segundo año que me roban ese mismo día, pero esta vez se lo llevaron todo: chorizo, jamón, embutidos, salchichas, patatas y por lo menos un cartón de huevos”, asegura Esperanza. Ni siquiera llegó a denunciar el robo. Otros sí lo han hecho, y el polvo de huellas dactilares de la Policía Científica se puede ver en cajas registradoras y ventanas de la calle. Sin embargo, todavía no se han practicado detenciones.
