Olas de hasta nueve metros provocan destrozos en la rotonda de las Esclavas

Olas de hasta nueve metros provocan destrozos en la rotonda de las Esclavas
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Menos de nueve meses después de que el “Cristina” se ensañara con el espigón de Las Esclavas, produciendo un enorme boquete en su base, otro temporal causó destrozos en su nuevo firme, esparciendo las baldosas rotas por una superficie de 15 metros cuadrados y arrancando de cuajo el primer escalón de las escaleras que llevan al agua. Los daños se produjeron alrededor de las nueve de la mañana, cuando la pleamar invadía por momentos el Paseo Marítimo a la altura del Orzán y los servicios de emergencia mantenían cortado el acceso a los puntos más comprometidos. No solo la explanada de las Esclavas, sino también Veramar, permanecieron cerrados al público.
Tampoco los barcos que habían buscado refugio en el puerto estuvieron a salvo de los elementos. Durante la madrugada, el oleaje consiguió romper los cabos de dos mercantes anclados en el muelle sur del Centenario y los barcos tuvieron que retirarse hasta el muelle de Trasatlánticos. Fue un claro testimonio de la fuerza del temporal que los servicios de emergencia ya consideran como el más potente de la temporada.
Las olas también hicieron sentir su fuerza en la playa de Riazor, donde superaron la barrera formada por las dunas de arena formadas hace solo unas semanas, anegaron la calzada, derribaron un banco de hormigón próximo a La Coraza y arrastraron una gran cantidad de arena en al calzada. Durante la mañana, los operarios de la concesionaria municipal de limpieza se encargaron de retirarla.
La fuerza del temporal fue remitiendo a lo largo del día, al mismo ritmo al que bajaba la marea pero a medida que se acercaba la siguiente pleamar, la de las siete de la tarde, aumentaba el peligro, de manera que ya a las cinco las autoridades decidieron el cierre de los arenales, y la Policía Local precintó las entradas y evacuó de las playas a todos los que se encontraban en ellas antes de que la marea acabara de subir.
Ya a las seis y media de la tarde, se destacó una unidad de Bomberos en el espigón de La Coraza en prevención de cualquier incidente puesto que las enormes olas de nueve metros se convirtieron en un espectáculo para todos los que se acercaron a La Coraza para ver cómo rompían.
Sin embargo, gracias a la vigilancia de Protección Civil y Bomberos, no se vivieron escenas de riesgo como se dieron en otras alertas, en las que las olas llegaron a sorprender a algún fotógrafo aficionado deseoso de inmortalizarlas con su móvil.

Olas de hasta nueve metros provocan destrozos en la rotonda de las Esclavas

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