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jueves | 25 abril | 2024
Desde el 9 de diciembre, la oficina de denuncias de la Jefatura Superior de la Policía Nacional, en la avenida del Puerto, tuvo que reducir su horario de atención al público por falta de personal, lo que provocó las consabidas molestias de los denunciantes, que tuvieron que desplazarse a Lonzas en horario de tarde. Estas dependencias policiales han dado que hablar en los últimos tiempos por los colapsos que se han producido al tener que tramitar uno o dos agentes todas las denuncias, lo que se traduce en un retraso de horas. El próximo día 1, sin embargo, volverá abrir de ocho de la mañana a diez de la noche Esto es posible gracias a la incorporación de policías.
Desde el sindicato mayoritario de la Policía Nacional, Jupol, habían señalado ya en noviembre que el personal de la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano (ODAC) estaba al 50% de su operatividad por una combinación de vacantes y bajas. De 30 agentes, solo había 17 disponibles, de manera que no podían mantenerse abiertas las dos oficinas (la de la Jefatura y Lonzas) al mismo tiempo.
Los colapsos son habituales en este servicio en momentos puntuales, sobre todo en la Jefatura
Como es en Lonzas donde se tramitan las detenciones, esta oficina debe funcionar las 24 horas, por lo que fue la avenida de Puerto la que vio recortado su horario. Jupol, apoyó la medida, aunque solo por su urgencia y con carácter provisional. Según el sindicato, estaba previsto que entraran en la oficina dos funcionarios, uno en enero y otro en marzo, para aliviar lo que desde Jupol describían como “una situación dramática”. Pero esta situación ha podido solucionarse antes de lo previsto.
Por otro lado, la Policía Nacional sigue sufriendo un problema de escasez de personal que no tiene visos de solución, por lo menos a corto plazo. Se estima que el déficit de plantilla de la Policía Nacional, que cuenta con un total de 700 funcionarios, ronda el 25%. La razón es la falta de agentes para cubrir las jubilaciones que se suceden cada año.
El Gobierno convoca cada vez más plazas de funcionarios para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero estos refuerzos son enviados a las grandes ciudades, donde la necesidad es aún mayor, de manera que durante el año pasado solo se destinaron a A Coruña diez policías, tres oficiales y cuatro suboficiales nuevos, según el sindicato CEP.
Esta escasez tiene como consecuencia más inmediata para el ciudadano la falta de patrullas dado que, si al principio de la década podía haber ocho coches patrulla del 091 recorriendo la ciudad en un solo turno, el año pasado el número rondaba ya los tres coches.
