La oferta de pisos turísticos se dispara por internet aunque aún no se equipara a otras ciudades

La oferta de pisos turísticos se dispara por internet aunque aún no se equipara a otras ciudades
Muchos pisos promocionan su proximidad a los arenales | pedro puig

La oferta de apartamentos, pisos y habitaciones reservadas al alquiler turístico en A Coruña se ha disparado durante el último año. La subida de aquellos vecinos que buscan unos ingresos extra alojando a viajeros es impresionante pero el Plan Estratégico de Turismo (PET) sostiene que esta práctica todavía no supone una competencia agresiva para el sistema hotelero. La Xunta, por su parte, estableció este año una nueva norma, cuyo cumplimiento defienden desde la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga) aunque reconocen que todavía hay gente que opera al margen de ella.
Airbnb llegó a A Coruña allá por el año 2012 con apenas una docena de coruñeses ofreciendo habitaciones en sus casas o propiedades enteras para reservar por días. En el primer trimeste del año pasado la bolsa de inmuebles de los dos tipos se colocaba en los 80. A estas alturas de 2017 hay unas 307 ofertas a través de esa web. Los precios por “vivir” una noche en A Coruña oscilan, mayoritariamente, entre los 40 y los 60 euros pero la media podría establecerse en los 54 euros. Muchos se promocionan por su ubicación céntrica o su proximidad a las principales playas o las más escondidas de la ciudad.
En sitios como Homelidays hay unas doce ofertas con rangos de precios similares, mientras que en Booking se publicitan, sobre todo, apartamentos de grupos especializados totalmente normalizados como hospedajes.
Pese al ingente volumen de casas particulares surgidas casi de la nada, como una fórmula para conseguir ingresos extra para la economía familiar, en Plan Estratégico de Turismo mantiene el discurso del sector hotelero, que ya el año pasado consideraba menor este negocio paralelo.
Regulados por la Xunta
A lo largo del PET se asegura que “la oferta de alojamiento no reglado resulta difícil de dimensionar”, pero los expertos añaden que “no parece representar una competencia ni una oferta relevante en estos momentos”. Lo que no se aclara es si supondrá un problema en el futuro. En todo caso, Aviturga huye del estigma y de la “criminalización” de las personas que se dedican a arrendar pisos.
La presidenta del colectivo, Dulcinea Aguín, descarta que, ya no en A Coruña, sino en Galicia exista un número tan gran de viviendas como del que se habló. Además, en contra de lo que ha ocurrido en otras ciudades o zonas como las Islas Baleares o Barcelona, en Galicia se ha regularizado mucho porque la Xunta estrenó una ley en marzo.
La mayoría de los establecimientos se adaptaron a las peticiones del Ejecutivo autonómico, si bien se quejan de que no se les permita alquilar por habitaciones y de que Hacienda acuda a los inquilinos y no a los propietarios.

La oferta de pisos turísticos se dispara por internet aunque aún no se equipara a otras ciudades

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