La odisea de vacunarse de contra la Hepatitis A

La odisea de vacunarse  de contra la Hepatitis A
01 julio 2011 página 17 A Coruña.- El centro de Vacunación Exterior de Durán Loriga asistió a más de 4.400 viajeros en el pasado año Los viajes deben pedir la consulta 45 días antes del viaje

De momento quedan, pero la falta de suministro de las vacunas contra la hepatitis A convierte en dichosos a los que la encuentran y también a los que salvan todos los pasos administrativos para ponérsela. Si uno la necesita como antídoto porque su futuro próximo pasa por recalar en un país de riesgo, debe ir al médico de cabecera ya que el departamento de Sanidad Exterior, dependiente del Ministerio, ha dejado de proporcionarla. ¿Por qué? Desde el centro de Durán Loriga informan de que aunque no es obligatoria ni entra dentro de su competencia pinchar el fármaco, hasta hace poco lo dispensaban porque había stock. Sin embargo, la situación ahora es distinta y los problemas para conseguirla les han llevado a suprimirla, según explican desde el departamento. Es más, a día de hoy señalan que solo están pinchando a los que demandan la segunda dosis, la de recuerdo. 
A los pacientes que llegan nuevos, los mandan directamente al centro de salud. En este punto, desde la Consellería de Sanidade señalan que los viajeros deben acudir a pincharse al Centro de Vacinación Internacional del Chuac. Eso sí, en lo que también se conoce como medicina preventiva han de presentarse con una hoja de consulta de su médico de cabecera. Con la receta en mano, pedirán una cita para el especialista del área, por lo que tendrán que esperar varias semanas para entrar en su consulta y una vez dentro, será el médico el que decidirá si es necesario o no prevenirse del mal por la vía intramuscular. De darle luz verde a la jeringuilla, el paciente tendrá que volver a solicitar la vez. 
Por otro lado, los que necesitan la dosis por sufrir una patología podrán recibirla, según la Consellería de Sanidade, a través del centro de salud, que a su vez la tendrá que demandar a Saúde Pública. Sin embargo, la teoría no coincide con la práctica, según los solicitantes consultados. Las vacunas contra la Hepatitis A y la A más B están llegando a cuentagotas a Atención Primaria y muchos afectados optan por comprarla en la farmacia porque no pueden esperar tanto tiempo. El fármaco les urge ya sea porque no les da tiempo a coger el avión con la solución en el cuerpo o porque padecen una enfermedad. 
La autoadministración de la vacuna hace que corra a cuenta del paciente y con todo y eso, los obstáculos vuelven a aparecer. Y es que en las farmacias apenas tienen stock de este producto. Cuentan desde Castro, en Cuatro Caminos, que son muchos las que la están pidiendo, sobre todo, estudiantes que van a cursar el bachillerato a los Estados Unidos. En la actualidad, disponen de la 720, que se inyecta a los menores de 15 años. Para los que sobrepasan la edad, están agotadas. Desde el Centro de Información del Medicamento, confirman que hay una rotura de stock y que no restablecerá el  suministro hasta marzo de 2016. 
Ante lo que se avecina, fuentes consultadas indican que el fondo del problema se debe a intereses comerciales por parte de las grandes farmacéuticas, que han visto recortados sus beneficios por los genéricos. Las vacunas, no sola la de la hepatitis sino también la del tétanos o el neumococo, entran sin quererlo en una guerra de precios de la que salen malparados los pacientes, que ven cómo un simple pinchazo se convierte en una odisea. 

La odisea de vacunarse de contra la Hepatitis A

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