Las obras de La Marina causan “tremendas molestias” a los clientes del hotel NH Atlántico

A pesar de que las obras de La Marina imposibilitan por completo el tráfico en toda la zona afectada, esta es la menor de las molestias que sufren los clientes y el personal del hotel NH Atlántico. Es evidente que las dificultades para llegar en coche hasta la puerta del establecimiento no dejan buen sabor de boca a los huéspedes, pero estas se suman a otras cuestiones que perturban mucho más su estancia.
El propio director del hotel, Ignacio Cacharrón, señala que a las ocho de la mañana ya están las máquinas trabajando, lo que provoca un ruido insoportable en el establecimiento. “Intentamos recolocar a los clientes en las habitaciones que dan a los jardines de Méndez Núñez cuando no estamos completos, pero durante el fin de semana ahí también sufren el ruido del botellón”, lamenta el directivo.
El polvo que levanta la obra es otra de las molestias que tienen que soportar. Cacharrón explica que la suciedad que provocan las taladradoras y las grúas obliga al establecimiento a mantener las ventanas completamente cerradas. “Esto parece Beirut”, le llegó a comentar ayer un actor que se aloja en el hotel durante el fin de semana.

compensaciones
Tampoco fue todo lo placentera que debiera la estancia de la princesa Ana de Inglaterra la pasada semana. “Tenía la taladradora trabajando cuando salía por la mañana”, lamenta Cacharrón. Y como ella, muchos clientes que están presentando un considerable número de quejas en recepción. “Tenemos que compensar a muchos clientes por estas tremendas molestas” señala el director del hotel. Cacharrón se resigna ante la idea de que la obra durará, al menos, un año más, y lamenta que el Ayuntamiento no les esté dando la información que les atañe de manera más organizada. “No nos dejan margen de ejecución”, dice. De hecho, recuerda que el mismo día en que se cortó la calle, se les comunicó a las 13.30 horas.
El director tampoco ve muy efectiva la señalización que se ha instalado con motivo de las obras. “Sí que han colocado todos los carteles que nos dijeron, pero si no conoces la ciudad, no llegas al hotel ni de broma”, argumenta Cacharrón.
Por todas estas cuestiones, se están viendo obligados a compensar en cierta manera a los clientes que sufren mayores molestias, por ejemplo, abonando gastos de minibar. No se ha llegado a ajustar el precio de las habitaciones por las obras, pero sí les está perjudicando económicamente por este tipo de compensaciones.