Desde novios que se llevan un peluche al altar a los que pasan de un vals a Heredeiros

Porque las bodas prescinden cada vez más de campanarios y se alían con lo temático, el showroom Aire Atlántico reunió en el mercado de San Agustín un puñado de 30 ideas para hacer los “sí quiero” más personalizados. Sobre el mismo ring donde se despachan rapes y coliflores, Crispita presentó invitaciones que ponen una cruz en el calendario y son postre a la vez, en concreto, una tableta de chocolate fabricado con los ingredientes que la pareja fue macerando con el tiempo: “Cinco años de relación, muchos años en común...” y así hasta un sinfín de toques de la casa, que también se pueden entregar en un vinilo como lo hicieron Laura y Luis, amantes de la música heavy. Ellos quisieron condecorar a los suyos con seis años de recopilatorio, nada menos. Cuenta Cristina Sánchez que más allá del formato clásico, está la portal gigante e incluso el cartel, más ambicioso todavía.
Ahora que hay más libertad de campo, un cubo de palomitas con los nombres que ocuparán cada mesa pinchados sobre el maíz inflado sirve para confirmar que posiblemente en las últimas butacas de un cine se fraguó lo que se celebra con arroz. Unos pasos más adelante, aparece Miriam, de Wedding Co, que planea enlaces aquí y en Ibiza, donde los pazos se cambian por villas y no le dan da tanta importancia al plato. Sin embargo, la experta apunta un cambio. Las naves industriales son también aquí y ahora un escenario a estudiar junto con la idea de que todo gire en torno a un tema. Luz Verde Eventos lo confirma. Cuenta Rocío que este año trabajaron para dos japonesas que sellaron su compromiso agarradas a un oso panda de peluche e invocando a los cuatro elementos.
Y es que el todo vale hace que los novios sean más ellos. Así es que la vestimenta de antaño se ve igualmente tocada y hundida por esta corriente. Tul Novias le da “a cada chica lo que quiere”. En cuanto al maquillaje, María Rodríguez atiende a sacar la máxima belleza de forma natural. El corte Bob reina entre los peinados porque admite flores y espanta a las lacas y pone a bailar a la más guapa tal y como está día a día, “pero en su mejor versión”. En el paseo nupcial que continúa hoy de 11.00 a 21.00 horas, hasta los sanitarios se ponen etiqueta con Reneymar. Boketé apuesta por entornos como el de Sergude en los que el verde contrasta con las mesas sin vestir, de madera, y Tomás, de Mas Music, confiesa no muy alto que el tema top de esta temporada fue “La Bicicleta” para añadir un momento de oro donde los recién casados empezaron honrando al Danubio Azul y acabaron a los 30 segundos con la versión de Heredeiros de “My sharona”.
Por su parte, el fotógrafo Óscar Companioni anota en la libreta fotos “hipster”, “es la moda”, dice, y confiesa que le gusta la luz que desprende una tarde de lluvia y también hacer la sesión el mismo día porque se trata de contar una historia. Condimentarla con mojitos, “mejor que los gintonics”, según Álvaro, de Sweet Coctelería, y donuts artesanos, de House Bakeri. Las perdices, esas, las siguen estofando ellos.