Nouvelle Vague regala un trozo de Francia aliñado de bossa nova

Tocaba saltar al país vecino y Francia se presentó ayer en la plaza de María Pita vestida de pasado y de presente al mismo tiempo con un colectivo como Nouvelle Vague, creado por los arreglistas Marc Collin y Olivier Libaux, que tomaron el nombre del movimiento cinéfilo de finales de los años 50 para versionar antiguos éxitos. La formación llevó los géneros del new wave y el punk por nuevos ritmos y arreglos de bossa nova, por lo que el cuadrilátero se oxigenó a base de otros sonidos, distintos a los que florecieron estos días cuando la Orquestra Galega de Jazz juntó lo popular con lo contemporáneo. Diferente al repertorio que Loquillo trajo hace dos días y lo que Carlos Baute tiene cocinado para esta noche a las 23.30 horas, una vez que se libre la Batalla Naval en O Parrote y los ingleses vuelvan a marchar por donde vinieron.
Sus canciones son versiones de antiguos éxitos de New Wave y Punk, completando su estilo con ritmos y arreglos de bossa nova. Así es que el público pudo llevarse un trozo de Francia con la elegancia del ritmo brasileño, que bailó entre melodías melancólicas.
Antes de que la música clásica entre por la puerta grande en María Pita, las noches que tiene preparadas el Ayuntamiento depararán hoy un toma y daca de música urbana con el venezolano que asegura que el amor también es dolor para dar paso mañana a la alemana Ute Lemper, que propondrá a las diez de la noche un recorrido que conectará al ayer con el hoy a través de un viaje musical por el amor, la pasión, la decadencia y el abandono. Su viaje arrancará en Alemania con canciones del cabaret berlinés para pasar por el universo poético de la chanson francesa y adentrarse en el tango. En su adaptación de “El último tango en Berlín”, Ute paseará por París, Berlín, Buenos Aires y Nueva York e interpretará a Jacques Brel, Edith Piaf, Kurt Weill o Piazolla, entre otros.