Negreira obligará a Nostián a admitir en su planta los residuos del área metropolitana

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  abel peña > a coruña

  Después de conversar durante unos minutos con el presidente del Consorcio das Mariñas, José Antonio Santiso, el alcalde, Carlos Negreira, decidió ayer reaccionar de forma fulminante ante la decisión de Albada, la empresa concesionaria de la planta de reciclaje de Nostián, que se había negado a recibir los residuos sólidos del área metropolitana hasta que los nueve ayuntamientos que la componen cometieran un supuesto incumplimiento de contrato: “He dado instrucciones para que el concejal de Medio Ambiente (Enrique Salvador) curse una orden ejecutiva a Albada para que permita la entrada de la basura del área metropolitana”. Para Negreira, es “increíble” que una empresa que es la concesionaria de un servicio municipal tome esta clase de decisiones sin contar con la aprobación del Ayuntamiento.
De esta manera, los camiones de Cespa que recogen la basura en el área no tendrán que seguir dirigiéndose a Sogama, en Cerceda, sino que podrán volver a descargar a Nostián. Como el mismo Negreira hizo notar, “este no es un problema baladí, porque el 40% de las basuras que trata Nostián proceden del área”, mientras que el otro 60% las genera A Coruña.  De ahí que le parezca tan escandaloso que la dirección de Albada decidiera tomar una decisión tan importante por su cuenta.
Pero, en realidad, para Negreira los verdaderos culpables no son los directivos de la empresa concesionaria, sino el gobierno bipartito de Javier Losada, cuya gestión en este tema atacó el primer edil: “Todo esto viene porque el anterior ejecutivo entregó un cheque en blanco a Albada”. A lo que se refería Negreira es al acuerdo unilateral al que había llegado la anterior junta de gobierno el pasado 8 de abril con la concesionaria.

Treinta millones > Por ese acuerdo pactaron una subida en el precio del servicio para los próximos diez años teniendo en cuenta el sobrecoste creciente que implicaba el  transporte de los rechazos (los desechos que no pueden ser reciclado) a Sogama. Aquella decisión se tomó, como recalcó Negreira, sin una previa consulta al Consorcio das Mariñas, a pesar de que afectaba también a los municipios que lo conforman. El resultado es que la factura por el tratamiento de basuras se hinchó hasta 30 millones de euros para A Coruña y otros 30 para el área metropolitana, según las previsiones a diez años vista. Es este dinero el que Albada reclama al Consorcio.
A esto hay que añadir un aumento en el canon debido a la compra de equipos nuevos y otras actualizaciones que también se estipulan en el pliego de condiciones, y que supondrían, a 2,7 millones de euros por año, casi otros 30 millones en cifras redondas para las arcas públicas. Es decir, que el servicio de reciclaje costaría solo a la ciudad unos 60 millones de euros en una década.  
El ejecutivo de Losada aprobó el nuevo presupuesto sin realizar una auditoría para comprobar si era necesaria, lo que ha permitido a Negreira marcar distancias y presentar una imagen de manejo escrupuloso de las cuentas públicas: “Tengo tanto respeto por cada euro de los coruñeses que no voy a reconocer deudas sin antes realizar una auditoría”.
De hecho, Albada tendrá que someterse a una doble inspección: la primera será de carácter técnico y operativa y permitirá determinar al Ayuntamiento cuál es el destino de los residuos que envía diariamente a Nostián y por qué es necesario trasladar tantos rechazos a los basureros.  La auditoría será independiente y el Ayuntamiento espera que su contratación se adjudicada en unos días.
Será el paso previo a una segunda autoría en la que se evalúe la situación financiera de la empresa concesionaria y que permitirá conocer la “situación real” de la instalación que es lo que tendría que haber hecho el anterior ejecutivo antes de pagar más dinero por el servicio, recriminó Negreira, que fue terminante al respecto: “No vamos a hacer un solo pago más hasta tener el resultado de la auditoría”.


 

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