El mural de Lugrís se encuentra en un impás a la espera de Patrimonio

El mural de Lugrís se encuentra en un impás a la espera de Patrimonio
Los profesionales se encontraron la creación mucho peor de lo que esperaban

Pensaban poder llevarlo en camilla en septiembre, pero el permiso que necesitan por parte de la Direción Xeral de Patrimonio no llega y el mural donde Lugrís sumergió al Banco Hispano Suizo en un sueño azul continúa en un impás. Desde la firma encargada de restaurar la pieza, Arteca, señalan que esperan que sea esta semana o la que viene cuando reciban el visto bueno de la Xunta para que la cuenta atrás que permita su disfrute a la ciudadanía sea más corto. Aún así, su responsable Francisco Muíños cree que la restauración no se terminará en diciembre tal y como estaba previsto: “Estamos pendientes para hacer el traslado y una pequeña intervención para consolidar la estructura del muro” en su nueva casa, a pocos pasos de donde estaba, la sede de Los Olmos de Abanca, que se hizo cargo de su puesta en valor.
Este desplazamiento mínimo no es el resultado del azar, sino de la premisa de dañarlo lo menos posible. El viaje se realizará mediante la técnica “stacco a masello”, que consiste en arrancar la pintura mural incluyendo parte del mismo y que responde a la misma intención de tratar de que los efectos secundarios sean mínimos, sobre todo, teniendo en cuenta que la creación se encuentra peor de lo que esperado.
Cuenta Muíños que tiene unas barrigas que se produjeron porque el muro cedió ante un depósito de escombros procedente de una tubería. Todas esas fisuras se podrán corregir, pero serán como cicatrices en la piel. Se verán si uno se acerca: “Fue empujando el ladrillo hasta que reventó con el muro”. Con todo y eso, el experto asegura que nada es irreparable, que la “policromía está en un estado de conservación muy bajo”, pero que “las hendiduras se van a sellar” y se hará una reintegración del color “lo más perfecta posible”. Calculan que en dos meses y medio podrán culminar la actuación. Después tendrán que colocarlo en un soporte metálico.
Por otra parte, el mural está pendiente de recibir el bautismo de la Xunta que lo convierta en BIC (Bien de Intéres Cultural). Como muy tarde, el Gobierno gallego se marca noviembre de 2017 para anunciar la distinción, tal y como reflejó en el DOG cuando asumió la incoación de su expediente.
Mientras, Abanca será finalmente la encargada de restaurar el mural en calidad de comodato (préstamo por uso). El banco lo enmarca dentro del Plan Especial de Protección e Reforma Interior de A Coruña, que hace sancionable cualquier actuación inapropiada sobre el mismo y le da una aureola de protección mientras espera la confirmación de BIC.
La firma asumirá el coste económico de la rehabilitación, que incluye traslado y exhibición en Los Olmos, donde el público podrá contemplarlo in situ. Su puesta en escena será como lo que es, un mural, así es que en el espacio elegido se recreará un bloque que hará de sustento de la obra. Su destino final se acompañará de otras obras del genio con una pantalla sobre la reforma y los fondos lugrisianos.

El mural de Lugrís se encuentra en un impás a la espera de Patrimonio

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