El Muncyt cocina un verano científico con o sin compañía

El Muncyt cocina un verano científico con o sin compañía
Los más pequeños jugarán a descifrar jeroglíficos quintana

El Muncyt ofrece durante todo el verano actividades divulgativas y participativas de carácter científico para disfrutar en familia o con amigos. Los ciudadanos que se acerquen al museo tienen en sus manos una opción de ocio diferente realizando visitas guiadas por el interior del edificio con forma de árbol para descubrir el conocimiento nacional puesto en bandeja.
De esta forma, los que se pasen por el centro conocerán las piezas de patrimonio más emblemáticas que albergan a lo largo de las ocho plantas, como por ejemplo la parte frontal del Jumbo Lope de Vega, el avión que trasladó de Nueva York a Madrid el lienzo “Guernica” de Picasso, o el primer acelerador de partículas que se ingenió en España.
Los grupos de jóvenes que se encuentren participando en campamentos de verano en otras instituciones también podrán acercarse para formar parte de las actividades específicas en el Muncyt. A la entrada, recibirán un cuaderno de actividades diseñadas según la franja de edad, de seis a nueve años y de diez a doce años.
Estas libretas incluyen juegos lúdicos y talleres para que coleccionen las mejores curiosidades del edificio. Por su parte, los niños a partir de los seis años de edad, acompañados de sus familias o amigos, pondrán a prueba su memoria y su capacidad para procesar información con las “Tarjetas 1 minuto”, que les llevarán a memorizar información acerca de alguna de las piezas que escojan de la colección. Transcurrido este tiempo, tendrán que intentar responder las preguntas formuladas en el reverso de la tarjeta.
En este sentido, los jeroglíficos con motivos científicos invitarán a encontrar la respuesta con la ayuda de una plantilla en la que los visitantes anotarán sus respuestas para finalizar comprobando las soluciones.
Y además, sacarán el científico que llevan dentro realizando talleres de temáticas diferentes: meteorología, patrimonio, química, ADN… para poder construir un termómetro y un pluviómetro; o fabricar modelos de diferentes moléculas con plastilina, palillos y pajitas.
En los otros tres museos científicos, los divertimentos se agolpan con el calor para hacer más atractiva su oferta.
De esta manera, la Casa de las Ciencias ofrece “Puro Swing”, una exposición sobre péndulos que se construye de experiencias interactivas. Los visitantes se pueden subir a un columpio muy especial o comprender el secreto del botafumeiro.
Juego de neuronas acerca el sistema nervioso en la Domus, de manera que se pueden recorrer las ocho inteligencias descritas por Gardner siendo un agente activo y la Zona-i se presenta en el Acuario como un juego, en el que realizar distintas actividades y opinar y votar sobre cuestiones que afectan a la vida cotidiana.

El Muncyt cocina un verano científico con o sin compañía

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