Multan a un hombre por orinar ante un local tras negarse a pagar la cuenta

Multan a un hombre por orinar ante un local tras negarse a pagar la cuenta
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En general, la hostelería no es una profesión fácil: exige muchas horas de trabajo, muchos impuestos y muchos fines de semana. Y los clientes pueden hacerla aún peor, como reconoce el dueño de Café con letras, Fernando Tong, que ayer tuvo que soportar durante una hora a un sujeto de 55 años que, cuando se le requirió que pagará la cuenta, no solo se negó a hacerlo, sino que dejó muy claro lo que opinaba del asunto: se bajó la cremallera y orinó en la entrada de la cafetería. Apenas le dio tiempo a subírsela de nuevo antes de que apareciera la Policía Local. Según fuentes municipales, tendrá que pagar una multa por infringir las ordenanzas de limpieza viaria, que sobrepasa con mucho los 10 euros de la cuenta.
“La verdad, cuando entró no me pareció que estuviera tan borracho”, comentó el dueño. Ya desde que cruzó la puerta, a la una de la madrugada, el sujeto no fue un cliente lo que se dice modélico, sino que se mostró un tanto grosero con el resto de los clientes. Tong y su mujer, que atendían el local en ese momento, trataron de distraer su atención dándole un poco de conversación. En realidad, se puede decir que forma parte de la rutina del camarero. “Hay gente que viene para ahorrarse el psicólogo”, aseguran.

Dos cubatas
Una hora y dos cubatas de ron con cola más tarde, llegó la hora de cerrar, y el matrimonio pidió al sujeto que abonara la cuenta pero se negó. Los dueños insistieron, pero el hombre, lleno de determinación y alcohol, seguía resistiéndose a pagar. Como se estaba haciendo tarde, Tong decidió dar por perdido el dinero y pedirle que se fuera sin más. Pero la reacción no fue la esperada.
“Estaba en medio del local y se la sacó fuera”, asegura. Después de aquello el empresario decidió dejarse de contemplaciones y sacó al cliente a la calle, donde, según parece, tropezó y se cayó al suelo, pero se levantó ileso. Fue entonces cuando decidió orinar en la puerta del local.
“Yo había llamado  a la Policía Local y se presentaron dos minutos después”, recuerda Tong. Aunque el charco de orina era bastante elocuente, el sujeto además reconoció los hechos delante de los agentes, y volvió a negarse a pagar las copas, con lo que acabó pagado en la mayoría de la gente. “Menos mal que la mayoría de la gente no es así. Si no, tendría que cerrar”, comentó el sufrido dueño .

Multan a un hombre por orinar ante un local tras negarse a pagar la cuenta

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