Multados tres responsables de una obra por un accidente en un centro comercial

El incendio que se generó en un habitáculo del cuarto de máquinas y control del centro comercial Espacio Coruña tres días después de su inauguración, en octubre de 2009, y en el que dos operarios sufrieron quemaduras de segundo grado acaba de cerrarse en la vía judicial con multas de algo más de dos mil euros para los tres responsables implicados. Se trata del jefe de obra y el encargado de la constructora que ejecutaba los trabajos, y del administrador de la empresa de la que eran empleados los dos heridos, contratada para labores de impermeabilización.

Los tres han sido condenados por dos delitos de lesiones por imprudencia y contra los derechos de los trabajadores, que podían haberles costado hasta dos años y medio de prisión, una pena que se ha visto notablemente reducida al haberse indemnizado a los dos operarios antes del juicio con 37.500 y 11.800 euros por las quemaduras. En uno de los casos, estas abarcaban el 20% del cuerpo y le costaron al herido casi 500 días de recuperación, mientras que al segundo, las llamas le alcanzaron en el 5% de la superficie corporal.

Dos operarios sufrieron quemaduras graves cuando reparaban una fuente

El accidente sobrevino, según consta en la sentencia –que se dictó tras un acto de conformidad–, cuando los dos albañiles trabajaban en la reparación de una fuga de agua de la fuente decorativa instalada a la derecha de los accesos al centro comercial. Se encontraban en un recinto carente de ventilación e iluminación, en el que debían aplicar material geotextil y láminas de PVC, que fijaban con cola con ayuda de un secador de aire caliente, y se ayudaban con un foco halógeno que, según la resolución, se encontraba “en malas condiciones de uso”.

En la tarea, los operarios empleaban una cola extrarrápida, un producto altamente inflamable cuyo uso estaba vetado en espacios en donde pudiese producirse cualquier punto de ignición. Según se hace constar en la sentencia, fue la lámpara halógena la que provocó la chispa que daría pie a la deflagración en la que ambos trabajadores resultarían afectados por las llamas.

El peor parado de ellos se encontraba trabajando dentro del habitáculo, y sufrió quemaduras en la cara y cabeza, el cuello, los brazos y una pierna, mientras que su compañero resultó quemado en la cara y las manos por los gases inflamables que se desprendieron.

Según se considera probado, el siniestro se debió a que los responsables “no adoptaron las medidas adecuadas para prevenir el peligro derivado de la permanencia en una zona sin ventilación ni iluminación”, ni proporcionado información sobre las precauciones a adoptar. n

 

Multados tres responsables de una obra por un accidente en un centro comercial

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