Movilidad reclamará por carta la documentación que resta para conceder las terrazas en La Franja

La Concejalía de Movilidad Sostenible y la Asociación de Hostelería de A Coruña, así como los propios empresarios de La Franja y sus calles aledañas, adquirieron ayer un compromiso para resolver cuánto antes el conflicto por la denegación de las licencias de terrazas. El concejal del ramo, Daniel Díaz Grandío, explicó que la semana que viene su departamento hará llegar cartas individualizadas a cada hostelero indicando la documentación que le falta en su expediente para poder obtener el permiso de ocupación de la vía pública. En su mayoría, será la agrupación del gremio la que se ocupe de subsanar estos errores. 
Con un pequeño cambio en el modelo de negociación de las terrazas –finalmente no se formará una comisión como tal de los técnicos municipales con sus homólogos en la asociación de hosteleros, aunque sí trabajarán con un canal de interlocución directo–, el proyecto piloto para que La Franja pueda disponer de terrazas el año próximo echó a andar ayer. En un encuentro con representantes del colectivo y un total de 40 empresarios afectados de las calles de La Franja, Oliva, Trompeta, Ángel y Florida, Díaz Grandío se presentó con un mapa de situación del mobiliario de los establecimientos. 
Según resaltó, la intención del Gobierno local es “regularizar las terrazas” y hacer extrapolable el resultado al resto de la ciudad una vez que este funcione. 
Para ello, la semana que viene enviarán cartas individualizadas a cada local indicando que papeles les faltan y una misiva con todos los errores a subsanar a la Asociación de Hostelería. 
Desde María Pita reconocieron que hay un porcentaje “mínimo” de expedientes aprobados. Algo que el presidente del colectivo, Héctor Cañete, corroboró comentando que, a tenor de los cálculos de la institución, “habría casi 600 negocios sin licencia”,  que son los que suelen pedir el visto bueno para colocar mesas y sillas en el exterior. 
Respecto a las misivas y a la variación del proceso pactado por ambas partes, aseguró que la participación específica de cada afectado “no quiere decir que las licencias no las tramite la asociación”. Es más, como el arquitecto de la entidad se ocupó de una gran parte de las peticiones, nuevamente remitirá a los técnicos de Movilidad los cambios.
“En vez de formar la comisión nos parece bien que se apechugue y el concejal sea capaz de atenderlos a todos y exponer la situación”, incidió Cañete. 
Eso sí, en la reunión esgrimió un cierto enfado porque se culpó a los empresarios de entregar mal las solicitudes cuando no conocían un criterio claro. Ayer demandó que haya una misma vara de medir y que, cuando se tome una decisión, esa sea válida para el resto de negocios de la ciudad. 
Algunos asistentes insistieron en lo mismo porque se revelaron dudosos respecto a algunos temas al salir del Ayuntamiento. En todo caso, irán resolviendo sus consultas poco a poco, pues todavía no hay fecha para extender el proyecto de legalización a toda A Coruña.