Monte Alto participará en un proyecto con chabolistas para la recogida del aceite usado

La biblioteca del campo de Marte se convirtió ayer en el escenario de la presentación de una novedosa iniciativa de Arquitectos Sen Fronteiras (ASF) en la que colabora la asociación de vecinos Monte Alto-Atochas-Torre de Hércules: recogida de aceite usado por parte de mujeres de núcleos chabolistas. La idea de la ONG es fomentar el autoempleo entre las mujeres de etnia gitana: veinte de ellas ya participan en el proyecto, que solo espera la autorización de la Xunta para ponerse en marcha, como explicó Juan Aradas, de ASF.

Por el momento, se trata de que los vecinos colaboren con el boca a boca, porque en cuanto sea posible se comenzará con la recogida a domicilio. Se distribuirá un bote hermético en el que las familias irán almacenando en sus casas el aceite y que luego recogerán las trabajadoras. Por ahora, el proyecto se haya en una fase inicial, en la que solo se cubrirá la recogida y el transporte. El plan es emplear como lugar almacenaje un punto limpio en el que se instalará un contenedor de mil o dos mil litros.

Los vecinos ya hablaban de repartir folletos a través de las asociaciones de padres de alumnos o colgarlas en los portales. “La gente tiene que saber que es muy caro limpiar el aceite del agua. Si no queremos que la depuradora de Bens nos cueste más dinero, hay que hacer algo: convertir ese residuo en un combustible que se pueda emplear aquí, en A Coruña”, animó Aradas.

experiencia piloto

Para llevar a cabo el proyecto, Arquitectos Sen Fronteiras cuentan con la complicidad de la asociación del barrio de Monte Alto, donde se pondrá en marcha la experiencia piloto, así como de la Fundación Ronsel y la empresa Reciflu, que han apoyado la iniciativa con jornadas de capacitación. La reunión de ayer sirvió además para dar a conocer a los vecinos el proceso de recogida y escuchar sus valoraciones, porque en la ONG consideran importante contar con el apoyo del vecindario.

En cambio, desde ASF se lamentaron de no poder tener aún el apoyo del municipio, a pesar de que presentaron el proyecto primero a la Concejalía de Medio Ambiente y a Emalcsa, la empresa municipal de aguas. Aradas reconoció que no comprendía la indiferencia del gobierno local. “De todos modos, estamos a la espera. Seguiremos adelante con el proyecto y esperamos que poco a poco, vayamos consiguiéndolo”, comentó.