Miles de viviendas de la ciudad permanecen ancladas en alquileres de renta antigua

Miles de viviendas de la ciudad permanecen ancladas en alquileres de renta antigua
ahora los inquilinos sã­ estã¡n obligados a pagar la comunidad y el ibi susy suã¡rez

El polémico caso de la anciana Aurelia Rey ha destapado un subsector inmobiliario que parece anacrónico pero que sigue muy vigente en las calles de la ciudad: el alquiler de renta antigua. El Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria estima que todavía perviven en A Coruña “miles” de contratos sujetos a este sistema. El final que reclaman muchos propietarios no parece próximo puesto que estos acuerdos expiran cuando fallece el inquilino y, en algunos casos, incluso existe la subrogación.

Las rentas antiguas de locales comerciales serán eliminadas, por ley, el 31 de diciembre de 2014, pero una vez acabados estos contratos seguirá pendiente el fin de los alquileres de este tipo en lo que respecta a la vivienda. “No existen datos concretos pero hay muchos más pisos que locales”. La estimación la hace el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de A Coruña, Herminio Carballido, que insiste en que “aún existen miles de viviendas de renta antigua”.

“Todavía hay muchísimas”, reitera Carmela Lavandeira, como representante del Colegio de Administradores de Fincas y abogada, que opina que esta situación resulta “indignante” para muchos propietarios. En este sentido, advierte de que el de Aurelia no es un caso aislado.

A diferencia de los bajos comerciales, los pisos no se reparten únicamente por el centro. Carballido explica que lo mismo gestionan arrendamientos “en la Ciudad Vieja o San Andrés” que en “Os Castros u Os Mallos”, si bien “donde más proliferan es “en Ciudad Escolar”.

 

distintos propietarios

Pero lejos de que las rentas antiguas estén normalizadas por su duración en el tiempo, este tipo de contratos de alquiler genera cada vez más conflictos. Hace años el Gobierno central contempló la posibilidad de compensar a los arrendadores por percibir unas cuotas mensuales muy bajas pero tal medida no fraguó y los pagos reducidos se vuelven más polémicos con la crisis.

Lavandeira sostiene que la sociedad empatiza pocas veces con los propietarios pero advierte de que “hay arrendadores jubilados cuyos únicos ingresos son los pagos; se tiene el concepto del arrendador rico y no siempre es así”. “Es absurdo e injusto que se continúe así porque a veces los pisos requieren inversiones grandes que tienen una repercusión mínima en el inquilino” y que no compensan al dueño por lo que percibe, comenta la administradora de fincas.

Así saltan polémicas en las que se intenta desahuciar a algún inquilino para poder recuperar esa vivienda cuyo alquiler no sale a cuenta mientras siga sujeto a la antigua norma. “Mientras vive el inquilino no se extingue el contrato aunque ahora este tiene que pagar la comunidad, los gastos del IBI...”, aclara Carballido, que calcula que quedan muchas décadas por delante para poder eliminar la renta antigua al igual que ocurrirá con la de los locales. Y es que si hay un familiar u otra persona conviviendo en un piso alquilado bajo este sistema dispone del derecho a subrogar el contrato con la cuota antigua.

Miles de viviendas de la ciudad permanecen ancladas en alquileres de renta antigua

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