Dos mil alumnos se miden a una nueva selectividad más accesible

Dos mil alumnos se miden a una nueva selectividad más accesible

Ya sea bajo la antigua denominación PAU (Probas de Acceso á Universidade) o la nueva ABAU (Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade), las sensaciones de los más de dos mil alumnos coruñeses que se enfrentan a los exámenes de selectividad apenas cambian, aunque algunos creen que los cambios en la normativa pudieron influir en que algunas pruebas fuesen más accesibles respecto a otros años.
Ayer tuvieron lugar en las facultades de Economía, Caminos, Informática y Filología los primeros exámenes tras el cambio realizado por el Gobierno central para el acceso a los estudios universitarios.
Los nervios de los estudiantes iban decreciendo a medida que pasaban las pruebas, sobre todo al ver que algunas eran más fáciles de lo que preveían. Entre los estudiantes, la sensación de que los exámenes eran más sencillos que en ocasiones anteriores. Basaban su alegato en que había menos preguntas y que éstas eran más concisas que en los modelos de otros años con los que se prepararon.

Teatro y modernismo
Entre estos casos más asequibles estuvo el primer examen de todos, el de Lengua Castellana y Literatura. El teatro del siglo XX y el modernismo fueron los temas que tuvieron que afrontar los alumnos, que además también tuvieron que desplegar sus dotes con comentarios de texto sobre los refugiados y el sexismo en la ropa de las mujeres.
A este le siguieron Historia de España, con Franco y la crisis de la Restauración entre las preguntas, Gallego e Inglés, y con ellos algunos de los momentos más temidos por los estudiantes, mientras que hoy será el turno de las materias troncales y las de opción, apartados en los que los jóvenes se sienten más cómodos.
“Somos de Ciencias, así que Lengua y Gallego son las que más miedo nos dan”, explica un grupo de alumnos del Eusebio da Guarda. Sin embargo, la realidad es que el “temor” entre los estudiantes estaba muy repartido y cada uno tiene sus preocupaciones particulares.
Frente al miedo que despiertan algunas asignaturas entre los alumnos, hay apuestas llamativas: “Que los correctores sean majos para poder aprobar”, aunque más allá de determinadas excepciones apelan al estudio realizado en las fechas previas a la selectividad y al trabajo de todo el curso para obtener los resultados esperados y que les permitan estar un paso más cerca de cumplir sus deseos académicos.

Dos mil alumnos se miden a una nueva selectividad más accesible

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