Miguel Cuba firmó ayer en Alita Cómics ejemplares de su novela gráfica “Punto de Fuga”

  redacción>a Coruña

  El dibujante Miguel Cuba firmaba ayer ejemplares de su primer cómic “Punto de Fuga” (Demo Editorial) en la tienda Alita Cómics. La publicación recoge retales de cafeterías de Santiago y de edificios de sobra conocidos para situar a su personaje en medio del caos. Mateo está justo en el abismo. Cuando la madurez llama a la puerta de uno y uno no sabe qué hacer. Si seguir durmiendo o darle una solución.

Se trata por tanto de un protagonista muy protagonista que se rodea de gente que le aconseja y le hace ver que el futuro no está tan negro como lo pintan. Sin embargo, tendrá que ser él el que se dé cuenta de las posibles salidas pasando por el mal trago de varias experiencias fallidas. Y agrupadas en viñetas.
Es así como el ilustrador pasa a engordar la producción gallega en viñetas para darle una bocanada de esperanza. Al mercado y a los que, como Mateo, están en las mismas condiciones. En este sentido, Cuba trazó los dibujos con la intención de representar a esa generación de personas con una buena formación académica que no tienen claro lo que hay más allá de una facultad. Lo ven borroso.
La novela gráfica es una especie de diario que bien podría pasar por ser el confesionario de muchos para ofrecer, al mismo tiempo, una luz al final del túnel. De un agobio inicial, Mateo pasará a un estado de autoconvencimiento. Antes, tendrá que tocar fondo y espabilar.
El dibujante, que cuenta en el libro con el prólogo de Miguelanxo Prado, admitía que aunque el guión tiene tintes dramáticos, está tratado en clave de humor. Refleja la sensación de los que se están revelando contra el sistema y son débiles ante el mundo.
Por otra parte, el lector podrá recrearse con el volumen en una arquitectura plasmada al detalle por un lápiz que vive en A Coruña desde hace años y que estudió Bellas Artes en Pontevedra. Muchos locales aparecen en el cuento tal y como son. Plagiados al milímetro. La idea es que la publicación sea lo más realista posible. Para transmitir exactamente lo que ocurre más allá del papel.