“La mía es la historia de alguien con mucha suerte”

“La mía es la historia de alguien con mucha suerte”
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Jorge Font vive en Cuernavaca, México, pero se desplaza a menudo. Practicó deportes desde muy joven y a los 19 años, cuando ya era campeón de esquí acuático, sufrió un accidente en el que se rompió el cuello en 1988, pero fue a rehabilitación y siguió esquiando y desde entonces conjuga el deporte con las conferencias.

Se le ve muy optimista.
Cuando haces algo que te gusta, y que le encuentras sentido, creo que lo haces con alegría, y eso es lo que me pasa aquí es hay un sentido y un objetivo. Invita a abrir el corazón y ponerlo al servicio de los jóvenes.
 
¿Cree que no se valora a los jóvenes?
Creo que se publicita solo los problemas y los defectos de los jóvenes, y a ellos hay que inspirarles no bajando las expectativas que tenemos sobre ellos.
¿Cree entonces en eso de que los jóvenes son el futuro?
Creo que este mundo es injusto e inequitativo y en la utopía de muchos jóvenes que lo que quieren es salir al mundo a desacomodarlo.

Usted alcanzó el éxito siendo muy joven ¿Por eso tiene tanta fe en ellos?
La historia de mi vida es la historia de un chavo que se lastima. Yo he tenido el privilegio de ser rehabilitado, revivido y reconstruido en la mirada de mis amigos, esos chavos jóvenes que se olvidaban de sí mismos por mí.

¿Gracias a ellos volvió a subirse al esquí?
Encontré que era la mejor manera de agradecerles el haber creído en la empresa quebrada de mi vida. Y he aprendido que la vida no siempre te sonríe, a veces te escupe, pero tienes que sonreírle tú.
 
Ahora mucha gente siente que la vida no le trata tan bien como antes.
Las crisis son como la marea: cuando baja, lo que se asoma es lo que hay abajo. Cuando el mar está tranquilo paree que está bien, pero cuando baja asoma tanto lo sucio como lo bonito.

¿Y qué se hace entonces?
Yo creo que el reto es vivir a la altura de lo que uno dice y decir la menor cantidad de mentiras posibles. Y eso es lo que son las crisis, y es en ellas cuando se demuestra el temple de un país y de un pueblo.

¿Qué es lo que más asoma? ¿Lo buen o lo malo?
Bueno, es complicado. Yo veo gente como Sandra Ibarra que se enfrentan al cáncer y hay que preguntarse si podrías responder como ella.

Bueno, la suya también es una historia de superación.
La mía es la historia de alguien con mucha suerte. Como soy de sonrisa fácil he tenido muchos amigos que me han ayudado a contarme un cuento útil de mi vida.

¿Un cuento?
Los hechos son ladrillos, lo que importa es la arquitectura. Y lo que hacemos aquí en Lo que de verdad importa es contar cuentos. Nos hace falta una nueva narrativa, y es lo que vengo aquí a tomar nota.

Así que usted tiene algo de cuentista.
Soy un cuentacuentos. Lo que espero es que los chavos aprendan que se puede contar muchos cuentos de lo que le pasa a uno.

¿Por ejemplo?
Con la discapacidad puedes vivir con el cuento de que “vivió atado a una silla de ruedas” o también puedes vivir con el cuento de que “mi vida marcha sobre ruedas”. Y el vehículo es el mismo, lo que cambia es el cuento que nos contamos. n

“La mía es la historia de alguien con mucha suerte”

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