El mercado de San Agustín rinde culto al bocadillo en la primera jornada del festival Boucatise

El mercado de San Agustín rinde culto al bocadillo en la primera jornada del festival Boucatise
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El bocadillo es una tradición gastronómica que se inventó en el siglo XVIII de la mano de John Montagu. Durante este fin de semana el mercado de San Agustín rinde culto a este tradicional producto, pero en forma de aperitivo gourmet. El Boucatise aterrizó ayer en A Coruña para celebrar su quinta edición, y lo hizo por todo lo alto. El éxito de la primera jornada de este festival del bocata se podía observar a simple vista con solo acercarse ayer al mercado municipal. Colas para adquirir un bocata, showcookings llenos y ninguna mesa libre para degustar los productos. Centenares de curiosos llenaron la primera planta de San Agustín, que estuvo abierta de 12.00 a 17.00 horas. 

Catorce puestos, 27 bocadillos y una enorme variedad de sabores fueron los protagonistas de este evento gastronómico ya consolidado en la programación de la ciudad. Al entrar por la puerta del mercado ya se pueden degustar los productos de cuatro reconocidos establecimientos coruñeses.

Opciones
Koh Lanta, con su bao de cuchifrito con hoisin de higo y el bao de bacalao con pil pil de miso; La Teresa, con su mini chapata de callos al azafrán y queso de oveja y bao con crema de chocolate y avellanas; La Cuchara Veggie, con su bocadillo de morcilla de calabaza con salsa de piquillo y manzana caramelizada y el pulled musshroom; y Finca Montesqueiro, que ofrece un pepito de pastrami con salsa especiada y pepinillos y un bao de gamba y papada ibérica con mayonesa de kimchi y encurtidos.

Tras pasar la zona de la guardería, en la que los niños pueden disfrutar de diferentes juegos y actividades mientras sus padres pasan un rato probando la gastronomía gourmet, los asistentes pueden acceder al primer piso, donde se encuentra el resto de puestos, las barras de bebidas y el espacio para las demostraciones y showcookings. El más esperado llegó a las 14.30, cuando el chef Luis Veira, del Árbore da Veira, se subió al escenario para ofrecer una muestra denominada “Cinco mares”.

Tras una pequeña introducción, en la que Luis Veira contó la historia del bocadillo y de lo que para él significa, “yo soy de la generación del bocadillo de mortadela”, dijo, aprovechó el momento y la ocasión para realizar un anuncio: Árbore da Veira contará con un nuevo proyecto el 20 de enero del 2020. El restaurante coruñés, con estrella Michelin, abrirá en dos meses un nuevo espacio inspirado en los fondos marinos, en el que habrá bocatas y tapas. Este nuevo espacio, ubicado en la cafetería del restaurante del Monte de San Pedro, representará un ambiente visualmente novedoso. La barra evocará al casco de un barco hundido; del techo colgarán algas; en las paredes habrá proyecciones que imiten a las rocas; y en los laterales se verán telas que darán lugar a la imaginación. “La cocina estará abierta para que la gente pueda ver los procesos en directo, pero no será un espacio nada ostentoso”, dijo el chef coruñés. Ya en la terraza, botellas de vino colgadas, que acompañarán a una experiencia que supone “una sensación gustativa, olfativa y visual que evoca el mundo marino”, concluyó.

Para todos los gustos
De vuelta en San Agustín, la mayoría de los puestos de Boucatise formaban todo un recorrido gastronómico. Así, Alma negra presentó un brioche de cochinita pibil con su crujiente y el bocata de guiso de calamar y chile con crujiente de patatas. Casa Pardo ofrece un sándwich de rape y langostinos con salsa especial y un bocata de cerdo celta, castañas y chimichurri de algas; Óvera, un bocata coreano de spicy panceta y bocata flying lirios y limón; Roots tiene un bao de remolacha y jarrete y un bao de sardina ahumada; La Conquista, un bocata de pollo a la brasa y bocata de pejerrey; Nana Pancha, pambazo tampiqueño y gringa al pastor; La Gastroteca, un sándwich de salmón ahumado y encurtidos y una gastro-arepa rellena de guiso de carnes selectas; El Nado ofrece un bocata de pulpo “xeito NaDo”; y Greca Bar, un bocadillo de calamares con alioli de ajo negro y un sándwich de churrasco. Al final, el invitado de Segovia – “muy arropados y bien recibidos”–, con El Batihoja.

El mercado de San Agustín rinde culto al bocadillo en la primera jornada del festival Boucatise

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