La mejor medida contra el TDAH

La mejor medida contra el TDAH

Alrededor de un 6% de los niños y adolescentes españoles sufren Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Una cifra que ha aumentado en los últimos años, pero que cada vez se combate con más y mejores medios. 
Así, la Fundación María José Jove y el Instituto Galego del TDAH y Trastornos Asociados (Ingada) anunciaron que el proyecto de Alba Sardá Miragaya, docente del CEIP Sanjurjo de Carricarte coruñés, fue el ganador de la segunda edición del Curso de Formación de Profesorado en Galicia sobre esta problemática y recibirá una beca de 3.000 euros para contribuir a su buen desarrollo en el centro.
“Es un proyecto sencillo, realista y que parte de los niños”, explica la ganadora. En concreto, su programa está dirigido a estudiantes de quinto y sexto de Primaria y se configura en dos partes diferenciadas. 
La primera se centra en la detección del estudiante con TDAH a través de la incomprensión de instrucciones, pérdida de objetos o dificultad para permanecer quieto, entre otros síntomas. Mientras, la segunda se focaliza en las pautas de actuación una vez hecho el diagnóstico con actividades para mejorar la atención y corregir las conductas impulsivas y los comportamientos inadecuados.
Sardá explica que muchas veces los profesores derivan “todo a los servicios médicos y de orientación, pero gracias al curso nos transmitieron la sensación de que los docentes somos una parte más en el proceso”. “Sirve para poner en valor la labor de los maestros en esta batalla”, añade. Esta lucense, aunque coruñesa “de corazón”, tal y como admitió durante su intervención, aseguró que el programa de formación supone una “enorme oportunidad a nivel personal, pero también para resto del personal docente” del Sanjurjo Carricarte, un colegio especializado en el tratamiento del alumnado con espectro autista. 
Sardá comentó que una de las claves para que los proyectos en torno al TDAH tengan un resultado positivo es que no se centren solo en los alumnos que ya hayan sido diagnosticados, sino en emplearlo en el conjunto de las aulas.
También recuerda que las nuevas tecnologías son un elemento indispensable en la actualidad para llevar a cabo estos proyectos ya que permiten realizar actividades que ayudan en gran medida a los alumnos.
Además, apunta que en el pasado vieron que los alumnos pasaban a la ESO y eran diagnosticados con TDAH, por lo tanto no encontraban el sentido a no intentar detectarlo antes. “Los niños avanzaban y llegaba el diagnóstico, pero era una incongruencia y había que actuar antes”, dice. Por ello decidió que su proyecto se llevase a cabo con estudiantes de quinto y sexto de Primaria.
A esas edades, los jóvenes se encuentran en la “preadolescencia”, comenta, por lo que los profesores ya saben que se encuentran en un proceso de cambio hormonal muy importante. Lejos de convertirse en un obstáculo, Sardá prefiere quedarse con que se dieron “situaciones complejas que hicieron la experiencia más enriquecedora”.

DIFICULTADES
A pesar de ello, desde el inicio sabía que iba a haber “dificultades”. Una de ellas la ejemplificó con la cuestión que le hizo un alumno de diez años, que preguntó a la profesora “por qué no aprendía”, para lo que no encontró respuesta.
La profesora destacó la labor de Ingada y la Fundación María José Jove por su aportación en este campo, en el que ambas realizan una “labor encomiable”. Otro punto de su proyecto que resalta son los casos de niños con “TDAH enmascarado”, que son los “más perjudicados por el sistema” escolar. 
Con las dificultades y problemas entendidos como normales, Sardá comenta que también “hay grandes momentos” y que es una “auténtica maravilla” poder llevar a cabo el programa, del que “ya se están viendo algunos frutos” en el centro, aunque “aún queda mucho que trabajar”.

La mejor medida contra el TDAH

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