Medio millar de personas exige que se adjudique la Fábrica de Armas y se reanude la actividad

Familiares, amigos, allegados y los propios extrabajadores de la Fábrica de Armas se unieron ayer en la puerta de la factoría para pedir al Ministerio de Defensa celeridad en la adjudicación de las instalaciones industriales.
Más de 500 personas se unieron en esta petición, que apremia al departamento de Pedro Morenés para que se vuelva a poner en marcha una infraestructura que ya lleva un año completo en desuso. Como acto reivindicativo, los trabajadores, que continúa apostados día y noche en la puerta de la fábrica, y no se irán hasta que esta se adjudique por la vía del concurso público, desplegaron un mosaico en el que han colaborado todos los últimos despedidos.
El acto de ayer también quiso servir para volver a poner de relieve el apoyo de los extrabajadores al proyecto presentado por el grupo IFFE. El instituto financiero de Oleiros apuesta por volver a incorporar progresivamente a todos los empleados que fueron despedidos de la factoría (es decir, los que no se acogieron la plan de bajas incentivadas ni prejubilaciones) y diversificar la producción. Esto también parece ofrecerlo el otro candidato a hacerse con el control de la instalación, Hércules de Armamento, que reciben el apoyo de la sección sindical de la CIG en Santa Bárbara. En este proyecto se ha integrado el antiguo director de la factoría, Ramón Mejuto, de quienes los extrabajadores ajenos a la CIG no quieren ni oír hablar.
Insisten en que no se fían de esta propuesta y esperan que sea finalmente IFFE el adjudicatario de la factoría. Dos proyectos, cada uno respaldado por un bando de la parte social. El martes, 1 de julio, Defensa abrirá los sobres y se resolverá el concurso.