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viernes | 19 abril | 2024
Ocio nocturno y búsqueda de visibilidad es la combinación que lleva a los grafiteros a convertir la zona centro y el Orzán en algunas de las áreas de la ciudad más castigadas por estos actos vandálicos.
Esta es la lectura que extraen desde la Concejalía de Medio Ambiente sobre uno de los aspectos que más quejas provoca en cuanto al estado de la ciudad: las pintadas.
“Cuanta más juventud hay y si hay zonas de movida nocturna, más grafitis hay”, explica la concejala del área, Esther Fontán. Desde el final del pasado mandato y durante los primeros meses del actual se están realizando estudios sobre la presencia de pintadas en la vía pública y los métodos para eliminarlas y combatirlas, y para ello uno de los primeros pasos es analizar las causas.
El entorno del Orzán y algunas calles del centro, que se encuentran entre medias de zonas de ocio nocturno, se encuentran entre las “más castigadas” por los grafitis. En cuanto al Orzán, se trata de calles que “durante la semana tienen poco paso de personas, pero durante las noches del fin de semana es donde está el ocio nocturno y eso provoca que estén inundadas de grafitis”, detalla Fontán.
Paredes, verjas o mobiliario urbano son algunos de los objetivos principales de los vándalos, que aprovechan la oscuridad para dejar su estampa.
En algunos casos se trata de amplios grafitis, mientras que en otros son simplemente “firmas rápidas” con las que sus autores buscan dejar su marca y que son “muy corrientes”.
Precisamente este es otro de los motivos por los que algunas de las calles más céntricas de la ciudad son víctimas de estos actos vandálicos.
Notoriedad
“Buscan visibilidad”, concluyen desde Medio Ambiente. Al tratarse de lugares muy transitados a diario, mayor es el alcance que deja la huella de los grafiteros y por ello la zona centro de la ciudad no se escapa de un problema que persiste en cada barrio.
El contrato de limpieza viaria venció en el verano de 2018 y el nuevo está en proceso de licitación. Los cálculos de la Concejalía de Medio Ambiente es que esté adjudicado en un plazo de cuatro meses aproximadamente.
Con su entrada en vigor se introducirán diversas mejoras con las que combatir las pintadas, que durante los últimos meses han centrado buena parte de las críticas de las agrupaciones vecinales, que ven cómo sus barrios quedan manchados por estas acciones. De hecho, llegaron a establecerse brigadas ciudadanas que se encargaron de borrar algunos grafitis.
