Médicos del Mundo estima que en la ciudad existen casi 400 prostitutas

Médicos del Mundo estima que en la ciudad existen casi 400 prostitutas
El Orzán acoge una de las zonas de alterne más antiguas de A Coruña patricia g. fraga

Se suele decir que es el oficio más viejo del mundo, pero eso no quiere decir que no cambie con los años. La ONG médicos del mundo advierte de que la crisis ha cambiado el perfil de la prostituta en los últimos años: cada vez son más jóvenes, más españolas, cobran menos por sus servicios y asumen más prácticas de riesgo. Según sus estimaciones, cerca de cuatrocientas mujeres practican la prostitución en la ciudad, la mitad de ellas en pisos distribuidos por toda la ciudad y la otra, en locales de alterne.
Médicos del Mundo es la ONG que más trabaja con este colectivo en la ciudad, realizando visitas a sus lugares de trabajo y comprobando cuales son las condiciones en las que lo desarrollan. De enero a septiembre de 2015, el programa que desarrollan en la ciudad atendió a 204 personas y en el mismo período de tiempo, este año ya llevan atendidas a 224. “Entendemos que chegamos a non máis dun 60% das persoas en contexto de prostitución”, señalan desde la ONG.
Aun así, los miembros de Médicos del Mundo admiten que tienen problemas para conocer en profundidad el fenómeno, ya que no en todos los pisos donde se practica la prostitución no se permite la entrada y los fines de semana no pueden hacer visitas, precisamente cuando más mujeres hay, tanto en los pisos como en los clubs.

En viviendas
En los últimos años se consolidó la actividad en los pisos, que ofrecen unas características diferentes del club de alterne: horarios más flexibles, más discreción por su ubicación y una oferta sexual más directa. “Nos pisos non existe o alterne, os homes chegan, escollen á muller e acceden á práctica sexual inmediatamente”, señalan. Son precisamente las mujeres españolas, las que trabajan fundamentalmente en pisos y las que se muestran más reticentes a recibir visitas de la ONG.
La razón de este aumento en el número de prostitutas de origen nacional no es otro que la falta de opciones de trabajo. Algunas mujeres que habían conseguido salir de este mundo tuvieron que volver y otras entran por primera vez debido a las altas tasas de paro.
Pero una vez dentro, la mala situación económica también se refleja en sus condiciones de trabajo. “Aceptan prácticas sexuais inseguras: relacións sen preservativo, consumos de substancias a petición do cliente, en lugares máis perigosos (muller soa que acepta saída cun grupo de homes, acudir a domicilios privados, etc”, denuncian. Y no solo eso: también deben cobrar tarifas más bajas.
Pero que cada vez haya más españolas no implica que sean el grupo predominante. En los últimos años las rumanas son cada vez más comunes por su movilidad y su facilidad para establecerse. Y Médicos del Mundo advierten de que la trata de blancas existe a nivel local: “As organizacións sociais estimamos que un 90% das mulleres que actualmente vemos exercendo de xeito autónomo chegaron aquí a través das redes de trata”.

Médicos del Mundo estima que en la ciudad existen casi 400 prostitutas

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