Matogrande exige la renovación del material del parque infantil de la calle de Enrique Mariñas

Matogrande exige la renovación del material del parque infantil de la calle de Enrique Mariñas
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A falta de una asociación vecinal que las represente, un grupo numeroso de madres de Matogrande denuncia desde hace meses al Ayuntamiento la situación actual de un parque infantil, el de la calle de Enrique Mariñas, que se desmontó en parte para distribuir los columpios en un segundo reducto frente al Liceo.
Pedían reformas para ambas infraestructuras porque si bien el primero necesitaba más módulos, –en la actualidad los más pequeños se pelean por montar en los tres que hay–, en el que está cerca del colegio aparecían en escena varias ratas procedentes, según los vecinos, de unos matorrales que crecen a su antojo al lado del ambulatorio.
El presidente de la Asociación de Empresarios y Comerciantes, Miguel Suárez, al que se dirigieron para pedir asesoramiento cuenta que la respuesta desde María Pita quedó en el limbo y a cambio, el gobierno local procedió a levantar otro área infantil en un perímetro limítrofe a Alfonso Molina.
Mientras los nuevos toboganes no dan cobertura al barrio, la pequeña parcela que explotan los niños después del colegio sigue deteriorada: “Son prácticamente cuatro por cuatro metros cuadrados”, comenta el vecino. Los pequeños salen tiznados de negro de arriba a abajo después de la sesión de juegos y cuando llueve, el suelo se encharca y la poca amplitud hace que “los niños mayores arrollan a los de menos edad”. La comunidad exige más metros entre los números 14, 16 y 18 de Enrique Mariñas porque “hay espacio suficiente” y “quedaría sitio para un carril por el que pudiera pasar un camión de bomberos”.
En el escrito que remitían las afectadas, señalaban que el material del que está hecho el firme es poroso y “almacena el agua con lo que tarda mucho más en secar que el otro”, aludiendo al que tiene el que está próximo al centro escolar. En cuanto a la presencia de roedores, las madres reclamaban que se desbrozara la zona porque “solo se cortaron los mirtos” y los animales se cobijan debajo de una maleza impenetrable, que se convierte en un nido para las ratas y una acumulación de basuras.
Entre otras peticiones, también está la de una zona canina como la que hay en Santa Margarita. Creen que el barrio dispone de un terreno apropiado al lado de la avenida, que sigue a monte desde hace más de diez años. 

Matogrande exige la renovación del material del parque infantil de la calle de Enrique Mariñas

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