Más de 140.000 personas desafían a las mareas vivas e inundan los arenales para festejar el San Juan

Más de 140.000 personas desafían a las mareas vivas e inundan los arenales para festejar el San Juan
los coruã±eses ejercieron de orgullosos anfi triones para los millares de visitantes que abarrotaron la ciudad para vivir el san juan

Todos miraban hacia el cielo preguntándose si las lluvias estropearían la fiesta más mágica del año, pero nadie pensó en que el agua podía proceder de la tierra. Y finalmente fue lo que pasó, las mareas vivas se comieron las playas, deslucieron y, sobre todo, acortaron, una fiesta que se vive en la arena.
Todo comenzó con la pleamar de la tarde. Estaba prevista para las cinco, pero en torno a las cuatro, las olas ya empezaban a hacer de las suyas. Llegaron hasta el muro del paseo en el Orzán y se llevaron por delante las hogueras que a esa hora ya estaban preparadas. Los que tenían su parcela lista intentaron mantenerla con madera a modo de muros de contención, pero nada pudieron hacer. El mar se llevó todo por delante y, lo que es peor, dejó húmedos los arenales para la fiesta nocturna, que acabó congregando a más de 140.000 personas, según las cifras que maneja el Ayuntamiento de A Coruña.
Ante tales olas –llegaron a los cuatro metros de altura– los servicios de emergencia, que se incrementaron un 30% este año, sabían que tendrían que estar más alerta aún de lo que pudiera suceder a la noche. Aunque en teoría no se modificaba el dispositivo, se daba por hecho que tendría que echarse a la gente de las playas en torno a las cuatro de la mañana antes de que llegase la siguiente pleamar, y no a las seis como estaba previsto. Al cierre de esta edición, aún se desconocía cómo actuaría la Policía, pero según informaban, se desalojaría en el momento en que se viera que podría existir riesgo.
El Ayuntamiento insistió durante toda la jornada en los consejos de seguridad y pidió \“prudencia\” a los \“fiesteros\”, a los que recomendaba no acercarse al mar –bañarse ya estaba prohibido– para evitar accidentes.

En cualquier caso, ni el mar llegó a estropear una fiesta tan local. Ya antes de las seis de la tarde los coruñeses y también vecinos de otras localidades –los trenes con destino A Coruña iban llenos– se echaron a las playas.
Y allí estuvieron varias horas hasta que empezó la verbena en el paseo marítimo a cargo de Panorama. Las playas se llenaron como nunca a pesar de las mareas. No cabía ni un alfiler más en el Orzán y Riazor. \“Ardía\” A Coruña mientras los taxistas insistían en que la de San Juan, con la de Fin de Año, es la noche de más trabajo de los 365 días.
Aunque alguno se adelantó, tras la falla, que empezó a arder con cierto retraso, tras un espectáculo pirotécnico de casi quince minutos, todo el mundo inició sus \“lumeiradas\” y comenzaron las verdaderas tradiciones, los saltos, los refranes y alguna que otra quema de apuntes.
Según las previsiones que ayer manejaba el Ayuntamiento, la limpieza de los arenales comenzaría por Oza y San Amaro en torno a las seis de la mañana para que a las 10.30 estuvieran abiertas. Es la misma hora que se marcaba para la de Riazor, pero no así para el Orzán. En este caso habría que esperar hasta la una y media, aunque la fuerza del mar podría modificar los planes. n

Más de 140.000 personas desafían a las mareas vivas e inundan los arenales para festejar el San Juan

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