Más de cien voluntarios se ocupan de la intendencia del evento deportivo

La Tall Ships Race es una gran oportunidad para A Coruña a nivel turístico pero no solo porque la Sail Training International se fijara en la ciudad para hacer escala y llegase a un acuerdo con el Ayuntamiento, sino por el trabajo silencioso que hacen los voluntarios. Alrededor de 130 personas velan por que todas las piezas del puzzle encajen desde el pasado lunes, cuando tomaron Palexco y los muelles de Transatlánticos y Batería.
Los colaboradores se centran en actividades tan dispares como garantizar “la seguridad y la información, repartir panfletos, controlar los atraques y el transporte en barcas neumáticas y ofrecer servicios de alojamiento y wifi” a los participantes en la regata.
La coordinadora del equipo, Aida Rodríguez, cuenta que muchos son habituales en los eventos de la Concejalía de Deportes pero destaca que ahora están asumiendo más tareas como “trabajar de oficiales de enlace”, es decir, de nexo de unión entre los barcos y las oficinas. De ello dan fe tanto Olga como Alma.
Tanto es así que incluso se ha buscado a gente con conocimientos de idiomas para atender a todos igual de bien. La intendencia es básica aunque solo sea en las tareas de lavandería y las jornadas llegan a ser maratonianas –de 08.00 a 00.00 horas en algunos casos– por el mero hecho de obtener la satisfacción personal que aporta colaborar con la ciudad.
Además, son la cara amable con la que se están encontrando los tripulantes y la que les conquistará para regresar de visitas. De hecho, hay un grupo de personas que se encarga de realizar rutas deportivas o turísticas por la zona de compras o los bares.
Mientras los voluntarios se concentran en atender a todo el público, la Policía Nacional, junto con otras fuerzas de seguridad, vela porque todo vaya correctamente en el recinto portuario. Según informaron desde este cuerpo, se supervisó la llegada de las embarcaciones. Agentes de la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina y de la Brigada Móvil Policía en el Transporte de la Policía Nacional velaron por que no se dieran casos de inmigración ilegal o de trata de seres humanos.