Más del 44% de la producción seguirá dedicada al sector del armamento

Aunque durante todo el largo proceso que ha llevado a su reapertura se habló siempre de las grandes oportunidades que ofrecía Pedralonga en el sector civil, lo cierto es que en su nueva andadura la vieja Santa Bárbara volverá a fabricar armas: se estipula que un 44,58% de la producción se consagrará a las líneas de armamento, la “especialidad histórica de la planta”. De hecho, esperan contar entre sus clientes a varios gobiernos extranjeros si Defensa lo autoriza. La mayor parte de estos clientes se encontrarán en Europa, del que Alemania supondría el 12%, pero también esperan exportar a Sudamérica y África.
En estas líneas de producción se incluyen las armas ligeras y calibres medios, incluidos el fusil de asalto G36, la ametralladora de 5.56 MG4 e incluso, el  rifle de caza modelo “Coruña”, que sería exportado a EEUU, lo que supondría el 6% de la cuota de armamento. “Todas estarían bajo licencia checa, pero tenemos en proyecto otras cuatro licencias nuevas propias”, añadió Mejuto.
Este puso en valor el hecho de que A Coruña es la única fábrica en España capaz de elaborar un arma de principio a fin, una opción que los clientes esperan que encuentren atractiva porque incrementara los niveles de seguridad durante la producción. Además, también es la única con forjadora de cañón rayado.
También se volverán a construir vehículos blindados (General Dynamics consiguió la concesión de Santa Bárbara para fabricar esta clase de armamento) como el Pizarro, el BMR o el EFV, además del famoso Leopard.

producción civil
Pero además, se incorporarán a las líneas de producción elementos del sector aeronáutico, componentes de automoción e incluso del sector sanitario que juntos, tienen casi el mismo peso que el de defensa. En muchos casos ya tienen acuerdos cerrados  o casi cerrados con empresas del sector civil para la fabricación de piezas como cigüeñales, conectores o turbinas navales.
“También está muy avanzado el proyecto para surtir de tratamientos de superficiales y de análisis de metrología a fabricantes de maquinaria de precisión e incluso del sector sanitario como prótesis e implantes de huesos, así como rotores o contenedores de combustible nuclear. En estos casos, la precisión desarrollada para fabricar armamento se aplicaría a estos campos. “Los medios convencionales de medición son incapaces de dar la precisión que nosotros ofrecemos, no de milímetros, sino de micras”.
En cuanto a los tratamientos de superficie, es así como Hércules de Armamento espera sacar partido a la soldadura por haz de electores de la que dispone la planta. Esta máquina permite tratar las piezas para que soporten la presión que se exige en aeronáutica.