Maryland | “Los discos se hacen viejos en tres o cuatro meses”

Fueron sumando etiquetas como las de “revelación” o “disco del año” por Radio 3 o el festival Contempopranea cuando asomaron una patita en el mercado. Ahora que van por el cuarto publicado, Pablo cuenta que Maryland afila más las letras. Es más directo y sin florituras repasa en alto su trayectoria en el asfalto con estribillos donde no faltan las “gracias”.
Pablo cuenta que le dedican un tema a los que siempre están ahí, los que no fallan y esperan este cuarto con ganas. “Resplandor” nace después de invernar una temporada con los puesto, a pelo y sin la guitarra, como un coñac que se deja reposar en el vaso. Y es que la gira del 2013 los dejó exhaustos: “Acabamos bastante agotados porque hicimos muchos conciertos”.
De la mano de Subterfuge, el grupo vigués se torna positivo. También coincide con que Arturo intensificó más su factoría de bolsos de madera, pero el caso es que su regreso era muy esperado.
Mañana estarán en Fnac presentando a las 19.00 horas en formato acústico lo que grabaron frente a la ría y mezclaron en Sant Feliú de Guixols con Santi García: “Con el que ya habíamos trabajado”. Ahora que está recién ordeñado, dice Pablo, “no se puede cortar” y al dente se lo servirán al oído a los que acudan la tienda de la plaza de Lugo.

Sonido crudo
Advierte de que el sonido es más crudo que en anteriores entregas, no hay capas, en parte “para defenderlo los tres en el directo”. Para darle forma redonda, contaron con la guitarra de Eric y los arreglos se cuentan con los dedos porque Maryland va al grano: “No alargamos las estructuras y las melodías se concentran en un minutaje mínimo”, siguiendo la tendencia de la calle, “que prefiere el single”. Por eso, “Resplandor” es media hora escasa de escucha. Más cansa y Pablo y los suyos son conscientes: “A la hora de oír un trabajo, la gente se hace sus playlists, los discos se hacen viejos en tres o cuatro meses no como antes que se disfrutaban más”.

Desventajas
Es una de las desventajas del ritmo acelerado que lleva todo. Lo bueno es que internet permite “que a las doce salga el álbum y a las doce y un minuto lo estén poniendo en spotify, antes conocer a un grupo gallego en Andalucía era imposible”. Ellos tocan cada punta de la península, de lo removido con los otros tres saltan a una nueva órbita donde “hablamos de todo lo recorrido, de estos años, que parecen un caminito, pero para nosotros fueron una eternidad”.
A modo de showcase, Maryland compensará la sequía con un pequeño aperitivo en Fnac de lo que ofrecerán el 14 de abril cuando les toque subir a un escenario de madera, el de la Mardi Gras, a cantarle a Monte Alto un poco de pasado. Porque rumiar es tan necesario como seguir comiendo.