10º-19º
jueves | 18 abril | 2024
Una marea de casi tres metros obligó al Ayuntamiento a cerrar los arenales. El dispositivo comenzó a primera hora de la tarde, cuando las olas comenzaron a adentrarse más y más en los arenales, obligando a la gente a retroceder. Algunos que no fueron lo suficientemente rápidos se encontraron con que las ondas empapaban sus bolsas y toallas antes de batirse en retirada. Los servicios de emergencia calculan que fueron casi 3.000 personas las que tuvieron que refugiarse hasta el Paseo Marítimo a la espera de que se retirase la marea, a partir de las 18.30 horas.
En realidad, no se trató de una evacuación: los propios bañistas se iban retirando ante el avance de las aguas. Pero cuando las olas llegaron a lamer el muro del Paseo Marítimo, la Policía Local precintó los accesos al arenal del Orzán a la altura del hotel Riazor y el ambulatorio. Aunque hubo algunos que permanecieron en la arena, vigilados por los socorristas, cuando solo quedaba espacio para mantenerse de pie sobre la arena.
Hubo otras zonas, como Las Esclavas, que también tuvieron que ser precintadas para garantizar la seguridad de los bañistas, mientras que el lado de la playa de Riazor más cercano a Las Esclavas fue accesible casi todo el tiempo que se mantuvo la marea en su fase creciente.
bandera roja
Durante el tiempo que se mantuvo activado el dispositivo, hasta las ocho de la tarde, la bandera roja desaconsejó el baño, de manera que durante la mayor parte de la tarde nadie puedo acercarse al agua. También fue necesario sacar de la playa a la mayor parte de la gente que se había refugiado en las rocas.
Sin embargo, los visitantes sí pudieron disfrutar del espectáculo de las olas en el espigón de la Coraza, donde las ondas chocaban con fuerza. Más de uno acabó con la ropa empapada. n
