La Marea condiciona la peatonalización de la Ciudad Vieja al compromiso vecinal

La Marea condiciona la peatonalización de la Ciudad Vieja al compromiso vecinal
Varios vehículos estacionados en la Ciudad Vieja pedro puig

El fallido intento del Gobierno local de convencer a los vecinos de Monte Alto de las bondades de la peatonalización de la calle de A Marola deja en el aire de por qué no se han cerrado al tráfico otras zonas que sí llevan esperando esta medida desde hace mucho tiempo. El ejemplo más claro es la Ciudad Vieja, que lleva años esperando el momento en que los coches dejen de circular por sus históricos empedrados. El concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela, reconoció recientemente que é “a cidade alta de A Coruña é a única de Galicia que non está peatonalizada. A mín eso me avergoña, como cidadán desta cidade e como responsable político”.
Varela reconoció que la peatonalización exige un compromiso por parte de los ciudadanos, y alabó a los resientes en el casco histórico precisamente por la conciencia que han demostrado. “Eu tiven unas reunións con eles nas qeu eles tamén amosan a súa molestia pero son conscientes das ventaxas”, reconoció. Naturalmente, como señaló el edil, el problema en la Ciudad Vieja es que su peatonalización supone la total desaparición del aparcamiento en su interior, lo que afecta muchos de los residentes.

disposición
Pero la buena disposición de los vecinos de la Ciudad Vieja no ha servido para acelerar el proceso. Ya hace meses que se cerró la avenida de Montoto a la circulación de los vehículos privados, y desde entonces los residentes de la Ciudad Vieja se han acostumbrado a acceder a sus casas por el túnel de O Parrote, puesto que solo se permite paso a algunos residentes de Montoto, así como al transporte público y a la carga y descarga, pero no a ellos. “Los vecinos ya nos hemos acostumbrado. Otra gente no, porque siguen circulando por la avenida de Montoto”, comentó en tono irónico el presidente de la asociación de vecinos, Pedro Roque.
Por otra parte, el propio Roque reconoce que los vecinos a los que representa siguen divididos sobre el tema. “Sí que queremos que se haga, pero hay bastante división sobre los itinerarios a seguir”. Y una de los puntos más polémicos sigue siendo el aparcamiento, puesto que el Gobierno local todavía no ha ofrecido una solución clara a los residentes.
De hecho, los responsables municipales llevan meses negociando un posible convenio con las empresas concesionarias de los parkings públicos de O Parrote y la Maestranza para ofrecer a los vecinos plazas a precios rebajados, sin conseguirlo. Sin embargo, el diálogo no ha sido “fácil”, según fuentes municipales, y lleva meses estancado. La Policía Local contabiliza alrededor de 200 coches pertenecientes a vecinos que aparcan cada día en al Ciudad Vieja al no tener plaza de garaje.

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