La Marea, las basuras y los 140.000 euros

Avanza septiembre, ese mes en el que, según los vinilos colocados por Marea en los contenedores, los coruñeses no tiramos la basura. No atribuimos a este error (aún no rectificado, ¡y anda que no ha habido tiempo desde que se detectó en abril!) que la suciedad vuelva a apoderarse de la ciudad, puesto que los coruñeses no somos tontos y, aunque Marea no nos lo diga, sabemos que en septiembre también se han de usar los contenedores. La cochambre ha regresado a A Coruña no porque tiremos las bolsas a la vía pública, sino porque acabó agosto, mes en el que la concellería de Medio Ambiente desarrolló un plan especial de limpieza. Sí, está muy bien que los turistas vean nuestra casa aseada, pero recordamos a Marea que el año consta de otros once meses (nosotros sí incluimos septiembre) y que a los que los vivimos aquí nos gustaría verla siempre adecentada. Creemos que no estamos pidiendo nada extraordinario: era lo que ocurría antes de que su llegada a María Pita.
Ferreiro y su equipo prometieron “abrir las ventanas y levantar las alfombras” si llegaban al poder. Creían que iban a encontrar basura administrativa, de recorrido legal, en las acciones de sus predecesores en el Gobierno local. Sin embargo, nada parecen haber hallado quince meses después. Será que aquello estaba limpio. Como lo estaban las calles antes de que ellos tomasen el mando. Ya no. Mañana mismo, el partido que sostiene en el poder a Marea a cambio de nada (o sea, el PSOE) preguntará a Ferreiro en el pleno por “los motivos que han llevado a una degradación en el mantenimiento de la ciudad, con suciedad en calles y espacios públicos”. “Las denuncias vecinales no hacen más que reafirmar lo que es evidente en un paseo por la ciudad, que en los últimos meses ha sufrido un notable deterioro en su mantenimiento. El PSOE ha venido advirtiendo en el último año de esta realidad, sin que desde el Gobierno municipal se hayan adoptado medidas”, clama en una nota de prensa el presunto socio preferente de Marea. Además, el PSOE ha denunciado esta semana el estado de abandono del parque de Oza, con zonas secas donde tendría que brotar verde. Quizá obedezca a que, como ha apuntado el PP reiteradamente, el contrato de jardines lleva más de un año sin adjudicar.
Las protestas no son nuevas. Ni por parte del PSOE ni por parte del PP, que también lleva más de un año denunciado la falta de limpieza y mantenimiento de la ciudad, que atribuye en gran parte a la supresión por parte de Marea (otra supresión mareante) del Plan Rúa, que coordinaba las áreas de urbanismo, medioambiente y las empresas encargadas de la limpieza.
Mientras que en las redes sociales los believers de Marea defienden que eso de que la ciudad está sucia es una sucia mentira del PPSOE, y que sobre las inmaculadas calles de A Coruña se podría comer sin mantel, la propia concejala de Medio Ambiente ha dejado indirectamente en ridículo a sus hinchas digitales al reconocer que la urbe está, en efecto, sucia. Pero ha tirado balones fuera: culpa de ello a la falta de medios y al contrato de concesión, que, alega, se ha quedado obsoleto. No negamos que así sea, pero hay que recordar que es el mismo contrato con el que el bipartito y PP mantenían limpia la ciudad, y no es que la población se haya multiplicado por tres desde que llegó Marea. A Coruña lleva tres años perdiendo habitantes.
Decíamos antes que el PSOE preguntará hoy qué piensa hacer Marea para poner coto a la suciedad de la ciudad. No sabemos qué hará. Pero sí lo que no hará: remunicipalizar el servicio. Y esto último lo deducimos porque semanas atrás salió a concurso “la redacción del pliego de prescripciones técnicas para la concesión de los servicios de recogida de residuos”. Por cierto, lo hizo por 141.110,2 euros. A falta de que algún historiador lo confirme, puede ser el pliego más caro de la historia del Ayuntamiento.
Esto decía Ferreiro en la campaña electoral de las municipales: “Non aplicamos dogmas, pero temos claro que o Concello conta con persoal cualificado e capacidade de xestión e que demasiados exemplos teñen demostrado que a privatización non supón unha mellora para a cidadanía, cuxos intereses son os que priman para a Marea, non os dos negocios particulares”. Finalmente, ni remunicipalizó la ORA ni, por lo que parece, remunicipalizará el servicio de basuras. Es más, y pese a que decía que el Ayuntamiento contaba “con persoal cualificado e capacidade de xestión” entre su funcionariado, incluso para asumir trabajo de las concesionarias, parece haber cambiado radicalmente de opinión cuando, en el tema de la basura, ha optado por recurrir al sector privado hasta para redactar un pliego.