Mardi Gras pasa del metal de Cauldron y Striker al jazz funk de The Cherry Boppers

La sala Mardi Gras ofrece esta noche, a partir de las nueve y media, el concierto de Cauldron y Striker. Los primeros son una banda canadiense de heavy metal formada en 2006. Se compone de Jason Decay en la voz y el bajo, Chris Steve en la batería e Ian Chains, en la guitarra.

Desde su formación, el grupo ha realizado giras por América del Norte y Europa, incluyendo un directo en el Festival Keep It True en Alemania. En 2007, lanzaban un EP de cuatro canciones, “Into the Cauldron”, bañadas por el British Heavy Metal de los ochenta.

Los músicos llegarán a la ciudad con nuevos temas, los publicados en 2011 bajo el título de “Burning Fortune”, su segundo LP. Por su parte, Striker vienen del mismo país con un poco de trash-heavy metal para repartir. Se trata de dos nombres de la escena metal que representan el presente y el futuro de este género. Las entradas tienen un precio de diez euros y se pueden comprar en Portobello, la web de la sala www.salamardigras,com y en www.breakpoint.es. En taquilla, pasarán a costar 13 euros.

Por otro lado, la sala presentará el viernes a la formación The Cherry Boppers, dentro del circuito “Girando por salas” (GPS), que tocará las canciones de su nuevo trabajo titulado “Shakin’ the Hood” con la intención de hacer pasar un buen rato al personal y difundir la música jazz funk y los ritmos de baile antiguos y de raíz negra después de pisar el escenario del Viñarock, el Imagina Funk o el Festival de Jazz de Donosti.

El disco respira de jazz funk de principio a fin para abrirse a otras sonoridades y darle un carácter versátil a las canciones. Así es como los asistentes podrán bailar entre el soul y la psicodelia para abrazarse al acid house por momentos en medio de un paisaje de blues. Las localidades se pueden adquirir por ocho euros, diez si se compran en taquilla.

 

The Sadies > La puesta en escena de The Cherry Boppers dará paso a una de las citas más grandes de la temporada, en la que The Sadies desplegarán una forma de tejer música que entiende de garage, psicodelia, rockabilly surf y bluegrass. Sin que el reciclaje entre a formar parte del proceso. Los canadienses sacaban su último álbum en 2010 “Draker Circles” para dejar ver las influencias de gente como Johny Cash a The Shadows, con apliques de frescura y profundidad. De ahí a varias músicas pre-Beatles que el público podrá degustar en directo este sábado.

El grupo, que ha dado cobertura a artistas como Neko Case, Jon Spencer o Andre Williams, aparca en Monte Alto para saciar a los rockeros de corbata fina.

Mardi Gras pasa del metal de Cauldron y Striker al jazz funk de The Cherry Boppers

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