Una maraña legal mantiene fuera de servicio los postes de recarga de vehículos eléctricos desde 2012

Una maraña legal mantiene fuera de servicio los postes de recarga de vehículos eléctricos desde 2012
Algunos postes incluso presentan bastante deterioro | quintana

Hace casi ocho años que los postes eléctricos de recarga que se hayan en el centro de la ciudad no funcionan. El concejal de Movilidad, Daniel Díaz Grandío, confesó recientemente que no sabe cuando podrán volver a hacerlo. El problema no es técnico, sino legal: A día de hoy, el Ayuntamiento no tiene muy claro de quién son propiedad o a quién corresponde su gestión, por culpa del embrollo legal en el que están envueltos. “Ata agora non fumos quen de facer ese trámite, pola complexidade que ten”, reconoció Grandío.
Fue durante el bipartito encabezado por Javier Losada cuando se instalaron estas electrolineras, como a veces se llaman: siete puntos de recarga (Torre e Hércules, Enrique Mariñas, cuesta de la Palloza, calle del Hospital, Galileo Galilei y calle de la Torre). La empresa que puso en marcha este servicio era BlueMobility Sistems y en su momento se anunció como la primera red inteligente para recargar vehículos eléctricos de acceso totalmente público y a la inauguración no vino solo el alcalde, sino también el conselleiro de Industria de entonces, Javier Guerra.
“Chegaron a estar activos uns poucos meses”, denunció Grandío. Por aquel entonces, en 2011, la crisis pegaba fuerte y Blue Mobility, a pesar de contaba con la ayuda de una subvención europea de 230.000 euros que invirtió el Ayuntamiento y que esperaba ventas “masivas” de vehículos eléctricos en 2012. se fue a la quiebra. La concesión eléctrica de Gas Fenosa que proporcionaba el suministro a esos postes (30 puntos de recarga en total) finalizó y con él, un servicio pionero.

“No menor tempo posible”
Con BlueMobility quebrada, esos postes acabaron en un vacío legal, los servicios jurídicos del Ayuntamiento tratan de determinar la situación legal de esta infraestructura pionera en su día. Y a juzgar por las declaraciones de Grandío, no parece que estén cerca de conseguirlo.
El concejal insiste en que están “tratando de desenmarañar” este problema para poder habilitarlos “no menor tempo posible”. Pero el edil no se atreve a poner una fecha para la entrada en servicio de las electrolineras
La falta de puntos de recarga supone un severo obstáculo para la proliferación del vehículo eléctrico, del que apenas hay más de medio centenar matriculados en la ciudad. Como señala Grandío, poseer un coche de este tipo, “ten unha obriga para o propietario, ter un punto de recarga”.
Sin embargo, el Ayuntamiento si cuenta con puntos de recarga dentro de sus instalaciones y mantiene una política de compra de transporte lo más sostenible posible. “Dos novos, o 100% son eléctricos, sobre todo de Infraestruturas”, comentó el concejal del ramo.
Además, la Concejalía de Medio Ambiente incorpora cláusulas a su pliego de condiciones para que los vehículos de limpieza usen combustibles ecológicos. Aunque no necesariamente eléctricos.

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