Un desolado Mauricio Escuerdo sufrió ayer como funcionarios de la Concejalía de Urbanismo y agentes de la Policía Local le desalojaban a primera hora de esta mañana de su vivienda en la calle Almirante Cadarso. Escuredo era el último habitante de lo que en su día fue un núcleo rural en pleno casco urbano, San Roque de Afuera, y que ya es el polígono de Náutica.
El Ayuntamiento asegura que no desaloja a nadie, sino que actúa en nombre del particular que reclama el terreno. Los empleados municipales habían entregado al propietario de la finca, el padre de Escuredo, una orden en la que le anunciaban la entrada en la finca y en la que le ordenaban que la abandonara. No opuso resistencia a la actuación de los funcionarios aunque todavía no existe una resolución judicial al recurso que presentó contra esa orden.
Aunque los tribunales le den la razón, ya no podría recuperar la casa donde se ha criado y ha vivido durante sus 37 años de existencia que todavía no existe una resolución judicial sobre el recurso que presentó contra la orden de desalojo, por lo que aunque finalmente los tribunales le den la razón, no podrá recuperar su propiedad cuyos árboles ya han sido talados. n