Una madre denuncia la falta de atención de su hija enferma en el Curros Enríquez

Una madre denuncia la falta de atención de su hija enferma en el Curros Enríquez
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Ainhoa tiene casi nueve años y una enfermedad, hiperinsulinismo congénito, que le marca el  ritmo vital hasta el punto que debe mirarse en clase cada poco tiempo el nivel de azúcar que tiene en la sangre con el fin de evitar una hipoglucemia y con ella posibles daños irreversibles en su cerebro. Es por eso que además de pincharse en horario lectivo, la pequeña debe comer cada dos o tres horas y de forma constante para que la sangre recupere  la cantidad precisa de glucosa. Su madre Sonia Castro reclama la desatención que padece la pequeña en el colegio Curros Enríquez, en el que disponía de una cuidadora desde 2010, pero que actualmente está de baja.
Y es que desde que ocupó su pupitre en septiembre, la alumna recibe las atenciones oportunas por parte del director, que según la madre, no tiene porqué realizar estas funciones ya que además de ser el responsable del centro, da clases a otros niños. Por esta razón, Sonia justifica los dos olvidos sobre Ainhoa, dos crisis que, por otra parte, podrían haberle ocasionado lesiones irreparables. En estas semanas de “stand by”, la progenitora no encuentra respuestas de la Consellería acerca de su situación. Solo dimes y diretes de unos y otros acerca de quién es el que se debe o no poner al cargo de la criatura.
Por su parte, desde Educación informan de que la falta de soluciones se debe a que están elaborando un protocolo de actuación donde el director y el profesor seguirán la evolución diaria de la alumna. Alegan que casos como el de Ainhoa no son responsabilidad de las cuidadoras y que incluso han recibido quejas por parte de este colectivo al no tener que hacer frente  por la naturaleza de su contrato a seguimientos como el que exige el cuadro médico de la coruñesa. En todo caso esto se lo han hecho ver al propio responsable del Curros Enríquez. Fuentes de Educación explicaban que hay dos casos similares más en Galicia y que los han solventado con el profesor más directo y un dispositivo móvil que alerta en clase de la necesidad que tiene el nicho de un control. También existe la posibilidad de que el alumno se dé de alta en el programa de alerta escolar donde el 061 y la propia Consellería trabajan conjuntamente en la atención de enfermos crónicos.
Sin embargo, la madre no lo ve tan claro y sostiene que Ainhoa requiere una atención personal ya que es una persona dependiente que muchas veces tiene que pincharse cada quince minutos. Es más, Sonia está cansada de remitir informes médicos al centro en los que se pone de manifiesto un seguimiento mínimo de tres veces por la mañana y dosis de comida cada dos o tres horas. Recuerda que lleva luchando toda la vida por Ainhoa y que esta situación le impide insertarse en el mercado laboral. n

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