Los vecinos de A Gaiteira denuncian problemas en el suministro de agua

Desde la entidad vecinal señalan que han sido múltiples las quejas de residentes respecto a los inconvenientes que sufren con el suministro, tales como la insuficiente presión que impide la llegada de agua a los pisos más altos y el mal estado de las tuberías, “que na súa maioría están obsoletas”, motivos por los cuales muchos inmuebles registran reiterados cortes. Otras consecuencias de la deficiente situación de la red de abastecimiento en el barrio es la salida de tierra por los grifos y las roturas de los conductos.
“Esiximos desa empresa municipal que atenda as queixas dos seus clientes, porque teñen esa condición, xa que pagan relixiosamente os recibos que lles xira dita empresa”, indicó el presidente de Oza–A Gaiteira–Os Castros, Paulo Sexto.
Sexto afirmó que algunas comunidades de propietarios ya han presentado denuncias por los continuos problemas que sufren desde que se trasladaron a sus viviendas. “Están a sufrir un prexuízo constante en comparanza con outros veciños, que teñen a presión e o caudal de auga idóneos, creando deste xeito dita empresa clientes de primeira e de segunda”, criticó el portavoz vecinal. “Isto é unha estafa descuberta que debe de ter fin”, sentenció Sexto.

Nuevo desencuentro > Este no es el primer desencuentro entre los vecinos de A Gaiteira y Os Castros y Emalcsa a causa de los problemas con el abastecimiento de agua. Desde 2008, se han registrado varias roturas en algunas tuberías, que acabaron derivando en problemas de suministro durante varíos días.
En julio del año pasado, los residentes de numerosos inmuebles denunciaban que el agua de la traída salía marrón, mientras que la empresa municipal insistía en su potabilidad y limpieza.
La asociación de vecinos exige  al gobierno municipal que “remate coa cicatería” de Emalcsa, “que co maior dos cinismos impón aos seus clientes poñer unha motobomba nos tellados para, supostamente, surtir de auga aos pisos máis altos”. Desde la entidad también aseguran que la instalación de la motobomba estuvo supervisada por técnicos de Emalcsa, pero que fueron “os propios veciños os que tiveron que pagar a obra do seu peto”.