Los Rosales reclama una glorieta que regule el tráfico en Manuel Azaña

Los Rosales reclama una glorieta que regule el tráfico en Manuel Azaña
los vecinos piden una rotonda en el cruce de alfonso castelao desde hace tres años patricia g. fraga

Cada día, en hora punta, tiene lugar la misma escena de confusión y retenciones en Los Rosales. El tráfico, que debería ser fluido en un barrio residencial, se estrangula al llegar al nudo que forman las calles de Manuel Azaña, la principal de la urbanización, con la de Alfonso Rodríguez Castelao. “Si se va por ahí a las nueve de la mañana se puede ver toda la confusión que se forma”, explica el presidente de la asociación de vecinos, Fernando Carrillo. Éste lleva pidiendo al Ayuntamiento que levante allí una glorieta durante tres años, sin resultado.

Ni el gobierno local del socialista Javier Losada ni el del popular Carlos Negreira, “Y eso que existe un informe elaborado por un técnico municipal dando el visto bueno para llevarlo a cabo”, insiste Carrillo, que reconoce estar confundido por la forma en la que la Concejalía de Tráfico está gestionando la circulación en su barrio: “Fue un error de diseño desde el principio, porque allí se necesita una rotonda”.

En cambio, con lo que se encuentran los vecinos es un cruce complejo en el que los conductores que vienen de uno y otro sentido en Alfonso Rodríguez Castelao tienen que ceder el paso a los que recorren Manuel Azaña. El problema es que en la primera calle se encuentra un colegio infantil al que acuden docenas de coches a cuyo volante viajan padres que dejan y recogen a sus hijos creando bastante movimiento en hora punta. “Los coches se acumulan formando una pifostio importante”, explica Carrillo.  

 

falta de colaboración

Carrillo ha intentado hacer entender este extremo a los responsables municipales, como también ha intentado entender por qué rehabilitaron recientemente el cruce de Emilio González López aumentado la franja herbosa que separa la zona peatonal de la calzada en lo que el representante vecinal sospecha es una forma de evitar que los coches con exceso de velocidad puedan arrollar a un peatón al invadir la acera. Un peligro que, según Carrillo, no existe en Los Rosales, un barrio que es zona 30 en su mayoría y que cuenta con varios badenes para limitar la velocidad. Según él, existe el ejecutivo de Carlos Negreira muestra una total falta de colaboración con los vecinos.

Claro que Carrillo reconoce que con el anterior ejecutivo la situación no era mejor, y pone como ejemplo las obras de pavimentación que se realizaron en el camino que une la iglesia del barrio con la calle de Simón Bolivar.  Carrillo criticó la actuación del gobierno del socialista Javier losada, que se llevó a cabo en la  plaza frente al templo porque, aunque corrieron a cargo del Arzobispado de Santiago, serán las arcas municipales las que tendrán que soportar los costes de su mantenimiento. Ni el actual ni el anterior edil quiso escuchar las sugerencias que llevan planteándole los vecinos desde hace tiempo, como el cuidado de la periferia del barrio para crear sendas urbanas.

No es la primera vez que el presidente de la asociación de vecinos de Los Rosales critica el trato que les da el Ayuntamiento.  En enero de este mismo año, participó en una reunión con otras nueve entidades vecinales de la ciudad que se unieron para exigir al alcalde que atienda sus demandas y que acabara con lo que consideran una evidente discriminación. De hecho, Carrillo abandera lo que considera una lucha para forzar al gobierno local a escuchar a los portavoces de los barrios  como los de “Monte Alto, Castrillón, San Pedro de Visma u Oza-Gaiteira-Os Castros, que encuentran similares dificultades.

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