Los promotores insisten en detener el Ofimático hasta que finalice la reversión

  El secretario general de la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios (Aproinco), Juan José Yáñez, lo tiene claro: no se deberían dar más pasos en el Parque Ofimático hasta que el Gobierno gallego finalice el proceso de reversión, y se aclare a quién pertenecen las fincas sobre las que se levantarán las más de 2.000 viviendas previstas en el proyecto, entre ellas las que construirán los cooperativistas. “Nos gustaría que el Ofimático salga adelante, pero sí pedimos seguridad jurídica, y que no se den más pasos hasta que esté definida la estructura de la propiedad”, manifestó Yáñez ayer, en una rueda de prensa en la que mostró la preocupación del sector por la “absoluta inseguridad jurídica en la que se mueve el urbanismo gallego”, como consecuencia de una normativa demasiado ambigua.

“Llevamos veinte años con el polígono del Ofimático”, remarcó el secretario de Aproinco, que quiso aclarar que los promotores no están en contra de que parte del proyecto se ejecute a través del sistema de cooperativas, al contrario de la opinión de los cooperativistas, que los acusaron en más de una ocasión de no querer sacar adelante el polígono urbanístico a la espera de mejores tiempos para el sector inmobiliario. “Muchas de las empresas promotoras asociadas a Aproinco actúan como gestoras de cooperativas; así que nada más lejano que criticar la gestión de las cooperativas”, señaló Yáñez.

Según el portavoz de los promotores en la provincia, el hecho de que pidan que se espere a finalizar el proceso de reversión para seguir adelante con el proyecto tiene como objetivo que no sea necesario en el futuro “asumir más gastos” en forma de indemnizaciones, algo que no es ajeno al urbanismo de esta ciudad, y al propio plan del Ofimático, sobre el que pesa una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza.

Reparto > El fallo judicial obliga a la Xunta a devolver unos terrenos o a indemnizar a los antiguos propietarios del suelo del Ofimático, como consecuencia del cambio de uso de los terrenos, que inicialmente se iban a destinar a la construcción de un parque de oficinas, y finalmente se reservaron para viviendas. El Gobierno gallego optó por la primera opción para dar cumplimiento al fallo: revertir las parcelas a sus dueños originales, algo con lo que parece que no están muy de acuerdo los propios afectados, más partidario de una indemnización.

La semana pasada, el conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, señalaba a los reversionistas como los únicos responsables de frenar el avance del proyecto. Yáñez comparte la opinión del titular de la Xunta. “Los reversionistas después de reclamar la reversión de las parcelas durante años ahora no a las quieren, y aparece que lo que buscan es el dinero”, aseguró Yáñez, que sostiene que la sentencia sí reconoce la reversión de las parcelas.

Cuotas > El secretario de Aproinco reconoció que, pese a que no son partidarios de que se sigan dando pasos hasta que se aclare la situación jurídica del suelo del Ofimático, las empresas privadas pagaron al Ayuntamiento la primera cuota de urbanización que les giró el gobierno local. En cualquier caso, Yáñez considera que el problema en el polígono es “del propietario mayoritario”, es decir del Ejecutivo autonómico. “Me gustaría que la Xunta se quedase y siguiese siendo el propietario del 50% del polígono, pero la Xunta tiene que cumplir las sentencias”, matizó.

Sobre la situación de los cooperativistas, que esta semana alertaron de la posibilidad de que el Ayuntamiento y la Xunta estuviesen incurriendo en un delito de prevaricación por omisión en el desarrollo de la zona, el representante de los promotores cree que los cooperativistas fueron mal aconsejados en su día cuando compraron unas parcelas “que no existen jurídicamente”. “Nunca es bueno meterse en suelo no urbanizable”, señaló Yáñez, que aseguró que así lo reconoce la propia confederación estatal de cooperativas, que advierte de que se debe comprar suelo urbanizado para poder disponer de las viviendas en un plazo de dos años.

“Esto era previsible; se sabe que en España un suelo tarda entre seis y ocho años en desarrollarse”, matizó el portavoz de Aproinco, que no se atrevió a poner fecha al inicio de las edificaciones en el Ofimático. Yáñez, que invita a la “reflexión” sobre lo ocurrido, recuerda que en el polígono se pusieron a la venta unas fincas sin proyecto de reparcelación y sin estar inscritas en el registro de la propiedad.