Los pensionistas afrontan el copago entre el desconcierto y la resignación

Los pensionistas afrontan el copago entre el desconcierto y la resignación

“Desconcierto” y “dudas” fueron ayer las palabras más escuchadas en las farmacias coruñesas, desde donde incluso hubo que contactar con la Consellería de Sanidade para solventar algún problema. Las quejas resignadas de los pensionistas que comenzaron a pagar entre ocho y 18 euros –según la cuantía de su retribución– por unos medicamentos que antes se llevaban a casa de forma gratuita también acompañaron durante toda la mañana. A pesar del caos general por tener que explicar a cada cliente los cambios normativos, los programas informáticos por los que temían desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña funcionaron sin grandes complicaciones.

Algunos pacientes están conformes con la aportación “si es para salir de la crisis”

El país dio ayer un vuelco a su sistema de la seguridad social con el estreno de una serie de modificaciones en lo que se refiere al copago de medicamentos. Si antes todos las personas activas pagaban el 40% de sus medicamentos, ahora esos costes subirán según la renta. No obstante, los más afectados y recelosos fueron desde primera hora los jubilados –“porque antes no pagaban”–, que se plantaron en las farmacias de la ciudad.

 

protestas las justas

En algunos despachos como el de Matogrande, justo en frente del centro de salud, a las 10.30 horas de la mañana ya habían atendido “a unos 20 pensionistas”. “La gente se enteró bastante bien porque el jueves y viernes se formaron colas para retirar los fármacos de la receta electrónica”, explicó el farmacéutico Adrián Carracedo.

Sin embargo, los empleados no se libraron de dar algunas explicaciones ante el desconcierto por lo que tocaba pagar a cada paciente. “La gente no protestó demasiado”, confesó Carracedo, pero el comentario de disgusto previo de una anciana decía lo contrario. Lo que sí hubo fue resignación.

“Todavía no sé lo que me toca pagar porque vine a recoger un tratamiento sin receta pero soy de la opinión, en contra de lo que piensan muchos, de que si con un poquito cada uno ayudamos a solucionar esto no hay problema”, comentó María Amparo Rodríguez. Eso sí, puntualizó que si la recaudación va a aumentar el sueldo “a los que les sobra” y no a mejorar la situación de las familias necesitadas le “dolería”.

Sanidade tuvo que aclarar que los topes afectan a cada beneficiario de una misma tarjeta

Otros pensionistas prefirieron no manifestar su opinión con visible cara de enfado. En dónde no habían sufrido grandes percances a media mañana era en una farmacia de Adormideras, pues acababan de abrir y solo habían recibido a tres enfermos.

 

explicación uno a uno

Por contra, en otra oficina de Monte Alto reinó el caos con unos siete jubilados en el interior a los que hubo que explicar las novedades y aguantar sus quejas. Además, tocó dirigirlos a la Administración si no estaban conformes con la aportación marcada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social.

Eso sí, a la salida dos afectadas por las nuevas tasas recalcaron que “siempre que sea para ayudar en algo” estaban “encantadas” con la medida. Ahora bien, habrá que esperar a ver las reacciones una vez que las compras se generalicen porque, según algunos farmacéuticos, mucha gente tardará unos días en volver tras retirar sus fármacos la semana pasada en previsión de lo que se les venía encima.

El resumen general de la jornada lo hizo la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña, Rosa Lendoiro, que notó dos incidencias: por una parte, “la falta de actualización de algún sistema” y, por otra, “las dudas sobre la aportación de los usuarios”. Incluso se consultó a Sanidade si los topes del copago eran para la tarjeta de pensionista independientemente de sus beneficiarios o por persona, como finalmente resultaron ser.

“Hay críticas, sobre todo por la crisis y que coincide con otros gravámenes que también suben, pero los pacientes lo asumen con deportividad”, subrayó. n

 

Los pensionistas afrontan el copago entre el desconcierto y la resignación

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