Los pedidos al Banco de Alimentos crecieron un 10% en el último año

Los pedidos al Banco de Alimentos crecieron un 10% en el último año
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En los últimos años, la labor benéfica en la ciudad ha cobrado una especial importancia, debido al aumento de personas que se encuentran en situación desfavorable y que buscan la ayuda de entidades sin ánimo de lucro. Entidades como Cáritas, el Hogar de Sor Eusebia o la Cocina Económica que han doblado sus esfuerzos para cubrir las necesidades de todos sus usuarios. Precisamente, estas organizaciones, y muchas otras, dependen en gran medida de las aportaciones que realiza el Banco de Alimentos Rías Altas a través de la distribución de comida.

Ayer mismo, el concejal de Servicios Sociales, Miguel Lorenzo, visitaba el almacén que la entidad emplea en el muelle de San Diego. Unas instalaciones donde los voluntarios del banco guardan todos los alimentos que van recogiendo gracias a los donativos de particulares, empresas, fundaciones privadas y organismos públicos. Hace tan solo unas semanas, la entidad hacía recuento de todos los alimentos distribuidos en 2011: más de 2.000 toneladas.

Una cantidad espectacular, pero que no extraña, si se tiene en cuenta que el Banco de Alimentos Rías Altas atiende a más de 25.000 usuarios de 127 entidades benéficas de la ciudad y la provincia de A Coruña. \“Nosotros no repartimos directamente a los usuarios, sino que recogemos a diario los alimentos de los proveedores (Eroski, Carrefour, Frigorífica Botana...) y avisamos a las ONG para que vengan a buscarlos\”, explica el presidente del banco, José Luis Castro-Acuña.

Castro-Acuña subraya que el trabajo de la entidad ha aumentado de manera considerable en el último año, \“tenemos un 10% más de demandas\”. Además, las previsiones para el 2012 no son muchos más halagüeñas: \“Hasta ahora hemos podido mantener el nivel, pero estamos un poco a la expectativa de la reducción de las ayudas comunitarias y de encontrar nuevos proveedores\”.

Almacén > Pero dar cobertura a tanta demanda no es el único desafío al que se enfrenta en estos momentos al Banco de Alimentos Rías Altas. En cuestión de meses, la entidad tendrá que abandonar las instalaciones de San Diego donde llevan año y medio almacenando los artículos que recogen. \“El problema es que nosotros estamos cedidos en este almacén y no tenemos dinero suficiente para pagar un alquiler\”, aclara Castro.

Durante el encuentro con Miguel Lorenzo y otros representantes del área de Servicios Sociales, el presidente del Banco de Alimentos Rías Altas ha solicitado la ayuda del Ayuntamiento, \“porque sino, nos vamos a quedar sin sitio para seguir haciendo nuestro trabajo\”.

Todo un reto, si se tiene en cuenta la superficie que pueden ocupar dos millones de kilos de alimentos perecederos.

Los pedidos al Banco de Alimentos crecieron un 10% en el último año

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